Los moradores de Campo Limbergh, ya no soportan la irresponsabilidad de algunos vecinos que por comodidad han convertido los estacionamientos del estadio Rommel Fernández en una verdadera sucursal de Cerro Patacón.
Según Cándida Pérez, los recipientes de los desechos son abiertos por los animales que se encargan de regar los desperdicios por la calle. En los alrededores también es notoria la cantidad de caliche.
Lo peor del caso es que quienes arrojan la basura son residentes de otras barriadas que pasan en sus autos y al final no le interesa a quien le hacen daño.
Aunque el "pataconcito" esta en uno de los costados del coliseo, asegura que los malos olores se hacen insoportable .
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