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CONSULTORIO MEDICO
Cómo se trata la dermatitis de la hiedra venenosa

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Dr. Hiller

Mi hijo de 12 años pasa mucho tiempo al aire libre, y al menos una vez al año padece la hiedra venenosa. La última vez me salió un sarpullido y me pareció increíble puesto que yo no había estado en contacto con la hiedra venenosa. ¿Pude haber sido infectada al aplicarle crema al sarpullido de mi hijo ?.

H.L. Filadelfia, Pensilvania.

Estimado Lector: La inflamación de la piel (dermatitis) provocada por la hiedra venenosa se debe al contacto directo con los aceites de la planta, no por tocar el sarpullido resultante. Por lo que no es su hijo la fuente de su contagio. El contacto con los aceites de la planta hizo que éstos permanecieran en su piel o en sus ropas o en otros sitios y usted pudo haber sido infectada al tocarlos.

La dermatitis causada por la hiedra venenosa es una respuesta alérgica al contacto con el aceite de urushiol, el cual está presente en las hojas, los tallos y las raíces de la hiedra venenosa y puede emponzoñar también a los robles y a los zumaques. Al menos una de esa plantas está presente en todos los estados de los Estados Unidos menos Hawai y Alaska, y cada año causan de 10 a 50 millones de casos de dermatitis. La hiedra venenosa es más problemática en primavera y en verano cuando el consumo de productos herbáceos y arbóreos es mayor y se realizan más actividades al aire libre.

Estas plantas son un gran problema para determinados oficios tales como, guardabosques, trabajadores de mantenimiento, leñadores y bomberos. En el Servicio Forestal del Departamento de Agricultura, la reacción de estas plantas es responsable de más del 10% de las heridas y las consecuentes bajas laborales que se producen. Afectando casi a un tercio de los trabajadores encargados de la extinción de los fuegos forestales en California.

Como ocurre con otras alergias, la reacción del urushiol se desarrolla sólo tras un contacto inicial. El grado de reacción es variable, algunas veces disminuye o se incrementa al cabo de cierto tiempo.

El urushiol no se encuentra presente en la superficie exterior de estas plantas, pero supura cuando la planta es dañada. Al principio parece una sustancia oleaginosa sin color definido, al exponerse al aire el urushiol adquiere una tonalidad marrón o negra.

La exposición con el urushiol puede surgir a través del contacto directo con la planta o con algo al cual el aceite se haya adherido, o mediante la inhalación del humo producido al quemarse tales plantas. La dermatitis de la hiedra venenosa, se caracteriza por un enrojecimiento e hinchazón seguidos por intensos picores y ampollas, normalmente los síntomas se hacen evidentes entre las 12 y las 72 horas tras haber tenido lugar el contagio. Como queda dicho, las ampollas en la piel no contienen urushiol por lo que rascarse el sarpullido no lo extiende, aunque quizá favorezca la infección o la aparición de cicatrices. El sarpullido que aparece puede extenderse a cualquier parte aunque quizá pueda demorarse la reacción en zonas que han recibido una baja dosis de urushiol o en zonas donde el grosor de la piel dificulte la absorción.

Evitar el contacto con la hiedra venenosa es el paso más obvio en la prevención de la dermatitis asociada a ella. Aprender a reconocer dichas plantas puede ayudar a hacerse una idea sobre ellas o a tomar precauciones extras al manipularlas. Esto casi siempre no es nada fácil porque la apariencia de las plantas varía de una especie a otra, de una región a otra, y de una estación a otra. Poner marcas negras que adviertan previamente de la presencia de dichas plantas quizá proporcione un indicio de la presencia de urishiol. Cuando un posible contacto con la hiedra venenosa sea inevitable, unas simples precauciones bastan. La parte de piel expuesta puede reducirse si se viste con mangas largas, se evitan los pantalones cortos y se calzan zapatos cerrados. Los guantes también son de gran ayuda, aunque desde que se sabe que el urishiol puede penetrar a través de la goma, lo mejor es utilizar guantes de vinilo reforzado si usted va a trabajar con este tipo de plantas.

Otras medidas adicionales de protección pueden ser el uso de IvyBlock, una loción que se vende sin prescripción médica y que contiene un compuesto arcilloso llamado bentoquatam. Aplicada antes de un posible contacto, y volviéndosela a aplicar cada cuatro horas, esta loción puede servir para proteger a la piel del urushiol. Una investigación que tomó como base a 144 personas alérgicas al urushiol -dirigida antes de que la Agencia de Alimentos y Fármacos autorizara en 1996 el IvyBlock para la prevención de la dermatitis causada por la hiedra venenosa- descubrió que la loción de bentoquatam prevenía y reducía la reacción de la piel ante el urushiol.

El agua combate el urushiol, así que lavarse la superficie de la piel contaminada a los cinco minutos del contacto sirve normalmente para prevenir una reacción posterior. Un chorro de agua a gran presión seguido si es posible por otro de agua templada y de un enjuague, es normalmente suficiente para eliminar y desactivar el urushiol. Ducharse, y cambiarse de ropa, puede reducir la expansión del urushiol a otras zonas inicialmente no contaminadas. Un disolvente llamado Tecnu también elimina el urushiol.

Cuando la dermatitis de la hiedra venenosa surge sin que haya tenido lugar un contacto directo con la planta, hay que buscar el origen de dicha exposición indirecta. Por ejemplo, los incendios forestales traen consigo la expansión de partículas de la hiedra venenosa que puedan causar reacciones. En suma, el urishiol puede adherirse a superficies, permanecer activo durante más de un año en la ropa, en las herramientas, en los equipamientos de acampada y en varios objetos más. Las zonas expuestas deben ser lavadas de inmediato, en especial las manos. Cuando esté manipulando la ropa contaminada, debe impedir que el urushiol entre en contacto con la moqueta, los muebles, las canastas de la ropa, las colchas y demás enseres domésticos.

Las mascotas pueden llevar el urushiol dentro de su casa a través de sus plumas y pieles. Si sus perros o otros animales de compañía deambulan por un área bastante grande, anímelos para que se den un chapuzón o riéguelos con la manguera antes de que esparzan el veneno o impídales que entren en la casa. Si los tiene en un lugar acotado es más factible eliminar el riesgo de que aparezcan áreas contaminadas con hiedra venenosa si se toman algunas precauciones. Mientras las toma, asegúrese de que la hiedra no arda pues el humo esparce el veneno y puede causar reacciones en la piel y en los ojos y puede incluso causar peligrosas complicaciones en el sistema respiratorio. También recordar que incluso las plantas contienen dosis activas de urushiol y deben ser manipuladas con sumo cuidado.

 

 

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El urushiol no se encuentra presente en la superficie exterior de estas plantas, pero supura cuando la planta es dañada. Al principio parece una sustancia oleaginosa sin color definido, al exponerse al aire el urushiol adquiere una tonalidad marrón o negra.

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