Cortes de agua potable ponen en peligro salud de gualaqueños
Vielka Cádiz F.
Chiriquí / EPASA
Unos ocho mil habitantes del distrito de Gualaca una vez más se ven afectados por la falta de agua potable. Después de permanecer por espacio de un mes sin el vital líquido, la comunidad obtuvo el pasado sábado respuesta por parte de las autoridades. Sin embargo, la solución fue efímera, ya que solo duró en los días de las fiestas patronales (31, 1, 2 de agosto). Y es que, para sorpresa de la provincia, Gualaca nuevamente se encuentra sin el recurso tan importante para el quehacer cotidiano. Algunos moradores se abastecen del agua que extraen con motores de los pozos e incluso, de una toma que también es utilizada por las vacas, según denunciaron fuentes del lugar. El problema, según la presidenta de la Comisión de Salud, Omaira Acosta, radica en que el acueducto rural está ubicado en las lejanías de la montaña, en el sector conocido como "Los Brazos del Estí", a tres horas y media de camino a pie, porque para el área no entran vehículos. Por si fuera poco, las tuberías a menudo sufren las consecuencias de los derrumbes provocados por la crecida del río. Recientemente, los enormes deslizamientos de tierra, destrozaron alrededor de 12 tubos de 4 y 10 pulgadas respectivamente, los cuales estaban apoyados en postes colocados a orillas de quebradas y otras áreas que pueden precipitarse por el peso del agua y no tienen soporte. A fin de contrarrestar el percance, Acosta estimó conveniente que se traslade dicha toma de agua hacia otro lugar o de lo contrario la problemática continuará. La vocera basó sus aseveraciones, en el hecho de que las áreas adyacentes a las tomas de agua, además de ser utilizadas como potreros, no han sido supervisadas para servir a la ganadería, situación que ha ocasionado grandes erosiones y a su vez, pérdida de la protección boscosa de las fuentes de agua. Tal situación ha implicado gastos extras por la destrucción de las tuberías. Al igual que Rodríguez, la comisionada de salud afirmó que otro de los factores negativos que inciden en el estancamiento y descuido de las autoridades es la aparente despreocupación de cada uno de los afectados, quienes se abstienen de participar y ejercer presión. La pregunta del millón, en esta realidad, es ¿qué papel ha jugado la administración alcaldicia del área? La respuesta es difícil exponerla, ya que durante un recorrido por el sector fue imposible localizar a la máxima autoridad. EPASA visitó las oficinas municipales, pero la secretaria informó que el alcalde no se había presentado en todo el día. Por un lado, en Gualaca pareciera existir una conducta irresponsable de parte de las autoridades para atender los problemas, pero por otro, se vislumbra una actitud conformista entre los residentes. Precisamente por ese motivo es que cabe preguntar si la negligencia de las autoridades surge al observar que las personas están acostumbradas a vivir en esas condiciones. Al consultar a varios habitantes, éstos manifestaron que "quizás no actúan, porque saben que cuentan con pozos para abastecerse". Recientemente, la galena del Centro de Salud Nereida Quintero calificó como crítica la situación en ese sector. Quintero se mostró sumamente preocupada, al considerar que por tratarse de una zona ganadera y donde el trabajo es contaminado, se requiere contar con el recurso para mantener la higiene y evitar las enfermedades infecto-contagiosas. En esa ocasión, la especialista dijo estar segura que de examinarse a cierta cantidad de infantes en la escuela, se descubrirá que la mayor parte tienen parásitos intestinales. Paralelamente, mencionó que se habían registrado varios casos de hepatitis A y otros de enfermedades intestinales, de las vías respiratorias y de la piel. Cabe destacar que el distrito de Gualaca es un área agrícola y ganadera, con una población de más de ocho mil habitantes y donde además se han ejecutado varios proyectos que grandes recursos económicos aportan al fisco nacional. Lo cierto es que mientras las personas continúen obviando la problemática, algunas autoridades insistan en atender primero las situaciones o conflictos de índole político y ninguna de las partes involucradas se interesen por el asunto, la crisis por la falta de agua seguirá latiente y las consecuencias se tornarán cada vez peor.
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