Al hallarse en pleno auge la "fiebre de oro en California", Panamá se convirtió en el paso obligado de miles de aventureros de toda ralea y también de personas honestas que cruzaban el istmo a través de la ruta mixta del Río Chagres- Camino de Cruces.
Dicha ruta se convirtió en campo de acción de varias pandillas de ladrones y asesinos que despojaban a los viajeros que iban o venían de California.
La más temible de estas organizaciones criminales era la comandada por un despreciable asesino, apodado "El Jaguar". Este infame delincuente, luego de robar a sus víctimas, las mandaba para el otro mundo de la manera más cruel.
HALLAZGOS
En las mañanas, los lugareños contemplaban horrorizados los cadáveres mutilados de hombres y mujeres colgando de los árboles, mientras los gallinazos revoloteaban aguardando el momento propicio para darse el banquete de carne humana putrefacta.
AUTORIDADES
Eran los tiempos en que Panamá era parte de la República de Nueva Granada o Colombia. Bogotá enviaba periódicamente un gobernador y en 1854, cuando esta situación se hallaba en su estado más alarmante, dirigía los destinos del istmo el gobernador José María Urrutia Añino.
El ferrocarril estaba por concluirse y en efecto un año más tarde, 1855, estaría acortando la distancia entre Colón y Panamá y viceversa.
Muy alarmados se encontraban el coronel Totten, director del Ferrocarril de Panamá y los agentes de las empresas navieras que transportaban pasajeros a Chagres y luego de Panamá a California. Manifestaron que si continuaba la situación de inseguridad y muerte en la ruta mixta de Cruces, el negocio de vapores y posteriormente el ferrocarril irían a la quiebra por la mala imagen que proyectaba la ruta de Panamá.
ANTECEDENTES DE RAN RUNNELS
Fue entonces, cuando el coronel Totten contactó al ranger tejano Ran Runnels, quien se hallaba "vagueando" en Panamá, jugando y bebiendo en las cantinas de Salsipuedes y en La Ciénaga, hoy Marañón.
Runnels era un gringo de reputación muy poco recomendable. Había salido de los Estados Unidos formando parte de la expedición de filibusteros comandada por William Walker, la cual tenía el propósito de apoderarse de Nicaragua para conceder derechos de apertura de un canal por ese lugar al millonario norteamericano Vanderbilt, convirtiéndose en su presidente, hasta que fue expulsado por una coalición de fuerzas encabezada por Costa Rica. Finalmente fue fusilado. Runnels pudo escapar a "uña de caballo" y se refugió en Panamá, entonces paraíso de los peores rufianes tanto extranjeros como del resto de Nueva Granada.
ESCUADRON CONTRA LOS MALHECHORES
Con la autorización del gobernador Urrutia Añino, Ran Runnels, contando con la colaboración de los señores Carlos Zachrisson y Gabriel Neira, organizó un escuadrón que tendría como fin erradicar de malhechores el camino transístmico y ofrecer seguridad a los viajeros y también a los trabajadores que laboraban en la última etapa de construcción del ferrocarril. La organización de este cuerpo punitivo ocurría en julio de 1854.
BRUTALES CASTIGOS
Runnels tenía experiencia en perseguir, capturar y colgar bandoleros. Fue muy temido por los bandidos cuando fue ranger de Texas, de ahí que fuera contratado por William Walker. Pero, "El Jaguar" era un bandido muy escurridizo. Cuando Runels y sus hombres llegaban al sitio donde el criminal había cometido su fechoría, hallaban el camino cubierto de cadáveres. A veces encontraban los cuerpos flotando en el Chagres, cerca a la población de Cruces, sitio obligado de reposo para los viajeros que se dirigían o llegaban de la ciudad de Panamá.
Crónicas de la época relatan que Runnels y sus hombres capturaron a muchos bandoleros y los sometieron a un juicio sumario. De inmediato eran colgados de los árboles, por donde reptaban las boas que también eran eliminadas a balazos para que no estorbaran la acción de la particular justicia de Runnels.
Cerca de la población de Gorgona fue el encuentro decisivo entre "El Jaguar" y Runnels. Al ser apresados los bandidos luego de un intenso tiroteo, Runnels ordenó que los ataran y los condujo a la ciudad de Panamá, donde, sin pedir autorización de las autoridades judiciales procedió a ahorcarlos frente a las murallas, frente al ma y que horrorizó a la población. Fueron 40 los ahorcados. El joven periodista y político Bartalomé Calvo retó a duelo a Runnels, pero intervinieron amistades comunes y la sangre no llegó al río. Se había pacificado la ruta de Cruces.
Runnels compró hoteles en Gorgona y Cruces y vivió por muchos años en Panamá, hasta que murió tranquilamente en su cama. Muy pocos hombres violentos han tenido esa suerte.