PUESTA EN ESCENA
Anécdotas
Aurelio Paredes
Tuve el placer de encontrarme,
después de muchos años, con el fraternal amigo y compañero
de la radio, Alberto Villani, hoy, profesor jubilado y ayer, destacado actor
y narrador de radinovelas en RPC y Radio Panamericana, en ese entonces (años
50-60) los líderes nacionales en sintonía radial. RPC contó
con el cuadro de novelas más importante en todo Centroamérica,
ya que su "fonética" de sabor internacional tenía
como emisoras a fabulosas voces como: Néstor de Ycaza, Adolfo Legendre,
Carlos Reyán, Sixto Luna y Juan Antonio Thibault. El cuadro escénico
de repertorio lo formaban destacados actores entre los que podemos mencionar,
José Ríos Aldrete, Miguel Fernández, Albis Croswaithe,
Mario Garcés, Julio César Espino, Armando Sotomayor, Phili
Sotomayor, Alex Araujo, Ramón García de Paredes. Esos caballeros
eran acompañados por gentiles damas como: Gladys Vidal, Eneida Valdés,
Elba Gáez, Linda Médica, Clotilde Alvarez, Zelideth Rosales,
Lena Conde, Esperanza Castillo, Elda de Ycaza, Zoila Suárez, Dona
Bernal, e Isabel María Kelly.
La competencia se hacía interesante ya que en la Calle Estudiante
funcionaba la Radio Panamericana que tenía entre sus haberes, galanes
como: Edgar del Este, Lucho Carrizo, Lucho Tapia, Roberto Cedeño,
Ché Quiroz, Antonio Cardona Más y sus damas: Enelda García,
Dalila Aguilar, Ana Villa, Judith Puello, todas estas personalidades con
la dirección de don Harry Iglesias. Esos eran verdaderos tiempos
de la radio en Panamá. En ella, como en toda familia distinguida
hubo gazapos y anécdotas que quedaron en la memoria y en el vox populi
del gremio, para regocijo de los que tuvimos el placer de convivir con estos
interesantes artistas panameños.
El amigo Villani era un distraído y asiduo conversador de teléfono
y en una ocasión cuando hacía gala de este oficio, le llamaron
para que presentara el programa EL SUCESO DEL DIA patrocinado por la VICK;
soltó el auricular apresuradamente y dijo: La Vick Qhemical Company
presentó el suceso del Día y así terminó el
programa que todavía no había empezado. Edgar del Este al
finalizar una sesión de novelas se despidió así: BUECHAS
NONES. Armando Sotomayor improvisaba sobre RAFLES un ladrón estilo
Robin Hood y en media neblina de Londres dialogó así: "bien
vayamos a buscar algo para desayunar como chicharrones, empanadas y hojaldres".
Harry Iglesias quien hacía cabina luego de invitar a un sepelio,
traspapeló su guión y tomó otro ajeno: Le invitamos
al sepelio de don Fulano de Tal, habrá tómbolas, rifas y bebidas
de toda clase".
Una célebre actriz ya desaparecida atribuía sus errores
en el micrófono a la mala digestión de huevos sancochados.
Otra de ellas al café sin leche. Siempre había una excusa
para las patinadas en los libretos, que por otra parte el resto se divertía,
dejando en las páginas anecdotarias "la lechada". El amigo
Chin Araúz, tratando de colocar el zurco en la aguja en un disco
de 45, inició su periplo "patiero" diciendo toda clase
de improperios sin percatarse que el micro estaba abierto y en franco coloquio
con cientos de panameños que reían de las ocurrencias del
incomparable Chin Araúz. Armando Sotomayor recogió una frase
que había sido mal "typiada" (caser rón) y a primera
vista dijo: Case room en inglés.
Adolfo de Ycaza, de exteriotipada voz y de grandes gestos, presentaba
una de las clásicas novelas frente al micro y al terminar arrodillado
dijo: Aguilas frente al sol soltando el libreto al aire, para después
no saber qué seguía.
Lucho Carrizo sería muy interesante que alguien con la vena de
un Chicho Puga produjese un libro con las tantas cosas que se presentaron
en esos excelentes años de la radio e inicio de la televisión,
ya que esta última no escapa a las "aventurillas fuera o dentro
de cámara". Esta historia debe ser conocida por los panameños
que estamos huérfanos de qué cosa era la radio panameña
y cómo fue el inicio de la televisión en 1960. De aquella
fabulosa pléyade de actores y actrices radiales quedamos muy pocos
y de éstos, algunos ya no les interesa porque no cultivan el medio.
Los que nos quedamos por esas singularidades de la vida, seguimos bregando
y luchando porque se mantenga el interés por los que un día
formaron parte del Album de Oro de la radio panameña.

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Harry Iglesias quien hacía cabina luego de invitar a un sepelio,
traspapeló su guión y tomó otro ajeno: Le invitamos
al sepelio de don Fulano de Tal, habrá tómbolas, rifas y bebidas
de toda clase". |

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