El capitán Ramón Alvarez, de 40 años, murió ayer carbonizado, cuando la avioneta HP-968 que pilotaba, se estrelló en la entrada de la ciudad de Santiago, contra cables del tendido eléctrico, cayendo posteriormente contra unas vallas publicitarias, lo que provocó que se incendiara y luego explotara.
La aeronave despegó a las 6: 32 a.m. del aeropuerto Rubén Cantú, con un plan de vuelo hacia Tonosí, pero luego solicitó retornar, perdiendo altura y colisionando a las 6: 34 a.m.