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Recientemente los altos directivos del colegio Richard H. Neumann, la Escuela Profesional Isabel Herrera Obaldía y el José Antonio Remón Cantera, las autoridades del tránsito, transportistas, profesores y padres de familia de estos planteles se reunieron con la finalidad de buscar las fórmulas para evitar que la violencia o el pandillerismo estudiantil se apoderen de los centros educativos mencionados.
Lo más revelador de esta reunión fue la baja asistencia que se dan los viernes, porque los autobuses colectivos y los colegiales, se trasladan hacia las playas llevándose a los jóvenes y organizan las grandes "chupatas".
Los educadores, en forma muy sentida exponían estas preocupaciones ante la prensa presente. Que los conductores tomen sus vehículos, colectivos o colegiales, para llevarse a jóvenes de ambos sexos para inducirlos al vicio sin importarles ningún tipo de ley, no podemos más que señalar que es una acción diabólica. No hay forma de poder definir que un adulto traslade a quienes debieran estar en las aulas, de forma tan irresponsable y esto puede llegar a conducir a que un padre tome la justicia por sus manos y llegue hasta cometer una acción extrema con estos corruptores de menores. |
