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El portero Odelín Molina fue la gran figura del partido, en cuyas actuaciones en el pórtico cubano fueron fundamentales en el "puntazo de oro" de ayer. Foto: Carlos Girón  |
Los equipos nacionales de fútbol de Panamá y Cuba, igualaron ayer sin goles en el partido de ida de la ronda de "repechaje" de clasificación para la Copa de Oro de la Confederación de Fútbol, realizado ante cerca de 12 mil aficionados en el Estadio Rommel Fernández de la ciudad capital.
El empate fue calificado como de "FRUSTRANTE", dada la falta de un verdadero sentido táctico que presentó un equipo panameño prácticamente desesperado para hacer los goles en los primeros minutos, y un equipo cubano que se portó como un verdadero equipo que tenía los pies sobre la tierra, en el que en todo momento se ordenaron y se tranquilizaron para buscar las ocasiones más propicias que no se produjeron.
Ambos equipos, acusaron su falta mayor de definición al tirar a los respectivos marcos rivales, mientras que la actuación arbitral del estadounidense Brian Hall y sus asistentes de la misma nacionalidad, si bien fue cuestionada, realmente no inicidió en todo momento de un encuentro en planos generales malo pero que para los cubanos, el mismo les representaba un verdadero "puntazo de oro" de cara al encuentro de vuelta el próximo domingo en el Estadio Pedro Marrero de La Habana.
Las ocasiones más importantes que tuvo el equipo panameño se dieron en la primera parte, en los cuales Jorge Dely Valdés, quien quedaría seriamente fracturado producto de un choque con el portero cubano Odelín Molina, que le ocasionó una caída en falso sobre el desnivelado terreno del "Rommel Fernández", y más tarde Roberto Brown y Luis Moreno, intentaron llegar con cierto grado de factor sorpresa al marco caribeño, pero que le faltó tranquilidad.
Sin embargo, quienes llegaron más al marco fueron los cubanos con sendas llegadas de Alberto Delgado, Manuel Bobadilla y Rey Martínez, pero teniendo como un eje central en el contragolpe a Márquez, un volante que jugó a su manera y sin que ningún defensa panameño saliera a marcarle o a molestarle en la jugada.
De no ser en estas acciones cubanas, por la intervención del portero titular panameño Oscar McFarlane, quien no hizo echar realmente de menos a los "legionarios" de ese puesto como Ricardo James y Donaldo González, la historia hubiese sido tan triste como el del empate, puesto que evitó ocasiones apremiantes que favorecían a los caribeños.
La frustración de la afición no pudo ser más evidente al final del partido, en el que la llamada "Marea Roja", lanzó un abucheo casi total y unánime al equipo y a un cuerpo técnico que ya empieza a ser cuestionado.
Para el encuentro de vuelta, en la capital cubana, entra a jugar seriamente las opciones que les diga el marcador global, y en el que ambos conjuntos tendrán la obligación de ganar o irse a tiempos extras con "gol de oro" si el marcador persistiese en la parte regular, y de ser lo contrario, a la ruleta de los penalties. El ganador, clasificará a la Copa de Oro de la Confederación de Fútbol a celebrarse en febrero del año próximo en Estados Unidos.
De esta serie, ya están clasificados Canadá (campeón de la versión 2000), Estados Unidos, México, Trinidad & Tobago, Haití, Martinica y dos equipos que serán invitados, uno de ellos podría ser Colombia, flamante campeón de la Copa América. |