Anúnciese en Crítica en Línea


  NACIONALES


Cuando el mar se pone rojo

linea
Por Diana Araúz
Servicio Marítimo Nacional

Imagen foto

La marea roja identifica un fenómeno biológico, a veces frecuente, a veces esporádico, que se caracteriza por un súbito crecimiento exponencial de organismos, la mayoría de las veces microscópicos.

Alfredo Soler B. (Centro de Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad de Panamá ) La naturaleza tiene muchas y muy diversas formas de manifestar su alto grado de dinamismo, tantas, que siempre nos sorprenden en una u otra forma. Así, los que están cerca de las costas, los pescadores, y los observadores ocasionales, a veces perciben en el mar algunas coloraciones, chocolatosas, rojizas, verduzcas, etc. Esas coloraciones pueden tener diversos orígenes, tales como corrientes locales que revuelven el fango, o bien, se trata del fenómeno que titula este escrito.

En este ultimo caso, la marea roja identifica un fenómeno biológico, a veces frecuente, a veces esporádico, que se caracteriza por un súbito crecimiento exponencial de organismos, la mayoría de las veces microscópicos. Así por ejemplo, en el mar existen flotando miríadas de microorganismos que viven permanentemente a merced de las corrientes marinas, y cuando las ocasiones son propicias, éstos se reproducen a una velocidad mayor que cuando nosotros decimos que se reproducen "como un cuí". Es tanta la población, que llegan a dar al agua, una coloración que no siempre es igual, y que depende de los organismos que se están reproduciendo. Así por ejemplo, en el año 1991 en la entrada del Canal (sección del Pacífico) encontramos una marea roja que se encontraba constituida, casi en un 100% de una especie de diatomeas (una de las clases de organismos que flotan y que están a merced de las corrientes) que el mundo científico ha bautizado como Coscinodiscus centralis y que se encuentra fotografiada en este artículo (Foto 1). Igualmente, aunque recientemente no se ha encontrado en nuestras costas, existen otras mareas rojas conformadas por diversos organismos, todos ellos microscópicos, y con frecuencia, entre ellos, se encuentran organismos flagelados y dinoflagelados los cuales son muy distintos de las diatomeas que se ha ilustrado. Un ejemplo, de estos flagelados, se encuentra en la fotografía 2.

Para el hombre, éstos son fenómenos naturales y no representan preocupación alguna para él si llegamos a ingerirlos por vía indirecta. Es decir, estos organismos sirven para ilustrar ese aforismo que indica que "el pez más grande se come al más chico" porque ellos sirven de alimento primario para peces (en etapas juveniles y algunos peces adultos), conchuelas, gusanos que se encuentran en las playas, ostiones y para los camarones en sus primeras etapas de vida, etc.

Pero no todo en la naturaleza es color de rosa. Existen algunas especies que, cuando están floreciendo, es decir, están en una etapa de marea roja pueden constituir un peligro. El peligro surge si no se sabe que ellas pueden ser perjudiciales, pero si se sabe, entonces se pueden tomar las medidas que los especialistas recomiendan, casi siempre, de abstenerse de comer productos del mar por un tiempo. Es decir, hasta ahora, no se conocen de mareas rojas permanentes: ellas siempre son limitadas en el espacio y en tiempo.

¿Pero, existiría un peligro en Panamá? Las dos posibles respuestas son correctas. Hay peligrosidad si en un momento dado se manifiestan las condiciones ideales para que ellas existan y no se llegan a detectar. En el mundo científico se reportó en el año 1988 la probable existencia (siempre en la boca del canal, lado Pacífico) de Gymnodinium catenatum, un dinoflagelado tóxico. Si a través de la cadena alimenticia, se consumieron, por ejemplo, ostiones que se hubiesen alimentado de este organismo, es probable que las personas que los consumieron hubiesen sufrido sensaciones ligeras en los dedos, náuseas, vómitos, diarrea. Pero si Ud. consume ostiones y tiene una diarrea, no siempre diga que se trata de ostiones contaminados. Si comió una gran cantidad, es probable que sólo tenga una indigestión. Pero, en casos extremos, un envenenamiento cuyo origen haya sido el Gymnodinum reportado, la literatura nos dice que se pueden producir parálisis musculares, dificultades respiratorias, y la muerte puede ocurrir después de 2-4 horas de la ingestión. Afortunadamente, un simple lavado del estómago y respiración artificial lo puede salvar. Pero, no por haber señalado lo anterior, deje de consumir los ostiones apetitosos. La suerte es que todo ello se puede prevenir simplemente dejando de comerlos si Ud. sabe que posiblemente ellos se encuentran contaminados.

Recientemente, se encuentra en estudio un organismo que también es tóxico y que se encontró en Chiriquí. Todavía es pronto para señalar las conclusiones a las que lleguemos los científicos.

No siempre se consideran las condiciones ambientales. Por ejemplo, hace dos años, se manifestó una marea roja en Australia, casi simultánea con una de igual característica que se realizaba en Japón. Después de las investigaciones se encontró que el agua de balaustra que llevaban los tanqueros se encontraban contaminadas y contagiaron las granjas de cultivos de camarones ocasionando pérdidas cuantiosas. ¿Puede suceder lo mismo en Panamá? Claro que sí. Lo importante, es saber diagnosticar a tiempo la existencia del fenómeno.


 

volver arriba 

 


linea

NUESTROS ANUNCIANTES


| Primera Plana | Portada | Nacionales | Opinión | Económicas | Mundo |
| Deportes | Provincias | Variedades | Sucesos | Sociales | Ediciones Anteriores |
| Buscador de Noticias | Clasificados Epasa |



bandera de Panama
Ciudad de Panamá
Copyright © 1995-2001 Crítica en Línea-EPASA
Todos los Derechos Reservados