ABRACADABRA
"Crónica de un sabotaje anunciado (V)"
"Las múltiples acciones que ha llevado a cabo el PRD para burlar la voluntad popular expresada el 2 de mayo son altamente peligrosas"

Carlos Guevara Mann
Colaborador
Los hechos revisados en las últimas columnas forman parte de la conspiración del PRD para sabotear el gobierno de Mireya Moscoso. Hacia el mismo objetivo han estado encaminadas muchas otras acciones, incluyendo la vergonzosa aprobación del proyecto de ley que crea la Sala Quinta (presentado a la Asamblea en marzo, por la ministra Mariela Sagel) y las designaciones de personal realizadas por la cúpula gobernante. A finales de mayo, Unión por Panamá amenazó con retirarse de la comisión de transición que supuestamente integra con representantes del actual gobierno, en protesta por los nombramientos inconsultos y sectarios realizados por el presidente saliente (El Panamá América, 1° de junio). La cúpula del PRD, sin embargo, hizo caso omiso a las justificadas protestas opositoras y ha continuado imponiendo su criterio sectario contra la voluntad mayoritaria de la población. El 27 de mayo, la Junta Directiva de la Autoridad del Canal, dominada por el presidente Pérez González, impuso a Ricaurte Vásquez, notorio colaborador de los militares y exministro de Estado durante el régimen castrense, como subadministrador del Canal. Tres días más tarde se supo que la misma directiva había impuesto los nombramientos de Diógenes Arosemena hijo y Tomás Paredes Royo en cargos importantes de esa institución. (Y ahora se rumora que el presidente saliente maniobra para que la mayoría perredista en la próxima Asamblea lo imponga como representante de ese órgano del Estado en la Junta Directiva de la Autoridad del Canal.) En ese momento la presidenta electa, Mireya Moscoso, solicitó al presidente saliente que reconsiderara su política de nombramientos sectarios e inconsultos. Mireya Moscoso también manifestó, una vez más, su rechazo al proyecto de la Sala Quinta y protestó por el secretismo con que se manejan las finanzas públicas. Las protestas de la presidenta electa le entraron a la cúpula por un oído y le salieron por el otro. Y, como la Unión por Panamá no ha sido capaz de movilizar a la ciudadanía en defensa de la institucionalidad democrática, amenazada por el PRD, la cúpula ha podido salirse con la suya. La dirigencia de la FENASEP, controlada por el PRD, ha sido otro instrumento de la cúpula en su estrategia para sabotear la gestión del gobierno entrante. A finales de mayo, la dirigencia de esa organización de servidores públicos anunció que realizaría el 24 de junio una marcha para "exigir" al actual gobierno el reconocimiento de su derecho a la sindicalización (El Panamá América, 30 de mayo). Estas exigencias tardías están claramente encaminadas a dificultar el despido de "botellas" y saboteadores por parte del próximo gobierno. Al mismo tiempo, los trabajadores del IDAAN anunciaron que exigirían al próximo gobierno el reconocimiento de un "régimen laboral especial" (El Panamá América, 30 de mayo). El 8 de junio, la dirigencia de la FENASEP volvió a exigir que se respetará la "estabilidad" de los servidores públicos (El Siglo, 9 de junio). En otras palabras, demandó que el gobierno entrante dejará en sus puestos a los empleados que el PRD ha embotellado e infiltrado en la administración pública durante la dictadura militar (1968-1989) o bajo el actual gobierno (1994-1999), que constituirán una quinta columna de la cúpula para contribuir a neutralizar la administración de Mireya Moscoso. Las múltiples acciones que ha llevado a cabo el PRD para burlar la voluntad popular expresada el 2 de mayo son altamente peligrosas. Como la cúpula se siga saliendo con la suya y el gobierno electo no enfrente al PRD con la energía que la situación amerita, se suscitarán graves problemas de estabilidad y gobernabilidad, con serias consecuencias para el país entero. (Continuará)
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