Chávez ganaría presidencia con contrapesos a su revolución

Agencias
Internacionales
El presidente Hugo Chávez, es el amplio favorito de los sondeos para retener el poder en las elecciones generales del domingo en Veneunque las mismas proyecciones auguran un contrapeso opositor en la nueva Asamblea Nacional, que remplazará al abolido Congreso. A 24 horas de los comicios se mantienen las proyecciones dadas a corresponsales extranjeros por Saúl Cabrera, de la firma Consultores 21, y Luis Vicente León, de Datanálisis, de que el mandatario tiene una ventaja de entre 16 y 21 puntos sobre su otrora lugarteniente en la intentona golpista del 4 de febrero de 1992, Francisco Arias Cárdenas, de 49 años, quien le disputa ahora la presidencia. Cabrera remarca que en la última encuesta efectuada por Consultores 21, Chávez cuenta con una intención de voto del 54% contra 33% para Arias: una diferencia de 21 puntos a favor. León de Datanálisis, aunque no reveló detalles del último sondeo por ser privado, dijo que la diferencia a favor de Chávez es de 16 y 17 puntos. Ambos coinciden en que definitivamente Arias fracasó en su intento de restar votos a Chávez por su errada estrategia electoral, que lo alineó demasiado a la derecha del mandatario. En cambio, las dos encuestadoras coinciden en el Movimiento V República (MVR) de Chávez y sus aliados perderán la mayoría de las 23 gobernaciones y 336 alcaldías y sólo obtendrán "mayoría absoluta" (mitad más uno) de los 165 diputados de la Asamblea Nacional, pero no la decisoria "calificada" (3/4 partes), requerida para que el mandatario mantenga su apabullante poder. Chávez, que también erró de estrategia al romper con la obrerista Patria Para Todos (PPP) por disputas de candidaturas a gobernaciones y alcaldías, que podría haber concedido a cambio de un apoyo a sus candidatos a la Asamblea Nacional, que deberá transformar en ley la nueva constitución aprobada en referéndum el pasado 15 de diciembre, que apoya su revolución bolivariana. Además, la Asamblea Nacional designará a los otros tres poderes del Estado: Fiscal General, Contralor y Defensor del Pueblo, que conforman el ciudadano; los magistrados del nuevo Tribunal Supremo de Justicia que deberá concluir la reforma del poder judicial, y al nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE). Ante esta situación, los tradicionales partidos Acción Democrática (AD, socialdemócrata) y el democristiano Copei, salieron de su marginación política, con el asomo a la prensa de sus dirigentes, cuñas televisivas y avisos de prensa promocionando a sus candidatos a alcaldes y gobernadores. Chávez y sus aliados barrieron a AD y Copei en las elecciones congresionales y regionales de noviembre de 1998, las presidenciales de diciembre de ese año, y en la elección de 1999 de los miembros de la asamblea constituyente que redactó la carta magna. Ahora, cuando la mayoría de los militares que participaron en la rebelión del 4 de febrero y la del 27 de noviembre, la segunda de 1992, se desprendieron de Chávez y se plegaron a Arias, ello ya no horroriza a las clases medias y altas, que también se inclinan mayoritariamente por las promesas de eficiencia administrativa y apertura económica de éste. Pero Arias no pudo erosionar el decisivo voto duro de Chávez en la mayoritaria población pobre de Venezuela, para la que aún sigue siendo un redentor, y el presidente-candidato sigue hablando de revolución, cuando sus otrora camaradas militares prefieren referirse a los retos de Venezuela a un mundo globalizado. Apenas Arias anunció que le disputaría la presidencia, alineado con los otros dos comandantes sobrevivientes del 4 de febrero, Jesús Urdaneta y Yoel Acosta Chirinos, Chávez les lanzó el anatema de la traición a él y a la revolución, refiriéndose metafóricamente a un duelo entre águilas y serpientes. Luego identificó a Arias con la desprestigiada clase política, llamándole "Frijolito II", evocando al caballo "Frijolito" símbolo del conservador ex gobernador Henrique Salas Romer, quien fue su abanderado cuando disputó infructuosamente la presidencia a Chávez en 1998.
|