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Castro se atrinchera frente a la suavización del embargo norteamericano

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Agencias
Internacionales

El levantamiento parcial del embargo de Estados Unidos a Cuba propuesto por el Congreso encontró esta semana un rotundo rechazo del presidente Fidel Castro, y más que acercar a ambos gobiernos los alejó en sus posiciones.

La "suavización" de embargo permitiría a firmas norteamericanas vender a la isla alimentos y medicinas, dos productos de gran necesidad para una población de 11 millones agobiada por una década de penurias tras la caída del campo socialista.

Pero otras regulaciones del embargo, harían difíciles las operaciones comerciales.

En repuesta a la iniciativas de las cámaras de Senadores y de Representantes -que para prosperar deben ser unificadas y votadas-, Castro encabezó el miércoles una marcha de "mas de un millón" de cubanos para exigir la eliminación total del "bloqueo" que en 38 años ha provocado a la isla pérdidas por 100.000 millones de dólares, según las autoridades cubanas.

"¿Cómo puede existir alivio al bloqueo manteniendo todo el resto del bloqueo, manteniendo todas esas leyes que integran el bloqueo?", se preguntó Castro el miércoles unas horas después de haber encabezado la gigantesca marcha, calificada de "puesta en escena" por el Departamento de Estado.

"¿Cómo un país bloqueado, sometido a una guerra económica, puede disponer de recursos para comprar alimentos y medicinas? ¿Cómo un país que no puede vender, puede comprar?", cuestionó el líder cubano al señalar que la suavización en "la práctica es imposible".

"No existe forma de aliviar el bloqueo, que eliminándolo totalmente", agregó Castro al advertir que en breve habrá un nuevo presidente en Estados Unidos, el décimo que enfrentará el líder cubano desde que llegó al poder en 1959.

Mientras la Casa Blanca daba su visto bueno a la medida en el Congreso -que un debe afinarse para ser votada como una ley y aprobada por el presidente Bill Clinton-, Castro argumentaba que esa legislación "no resolvería absolutamente nada".

"El plan del presidente (Bill Clinton) ha sido el de tratar de crear más contactos de pueblo a pueblo asegurando que los alimentos y medicinas vayan directamente al pueblo cubano sin respaldar al gobierno de Fidel Castro.Y esos son pasos en esa dirección", dijo John Podesta, jefe de gabinete de la Casa Blanca.

Pese a su rechazo, el régimen cubano apreció que la iniciativa congresional "refleja una toma de conciencia y el plausible propósito de poner fin a lo que en términos absolutamente jurídicos constituye un acto de genocidio".

Los críticos de Castro argumentan que el propio embargo norteamericano ha servido al régimen comunista para encubrir sus errores y culpar de todos los males en la isla a la medida norteamericana. Y que es Castro quien obstaculiza la normalización de las relaciones.

Consideran, además, que el levantamiento del embargo provocaría en Cuba un shock ideológico en la población que, por ejemplo, en el sector turístico, entraría en contacto con la forma de vida norteamericana al recibir anualmente a 5 millones de visitantes del vecino del norte.

Ponen como muestra los cambios que registra la isla -reaparición de la delincuencia, la prostitución y las diferencias sociales- desde que en 1993 se aprobó la libre circulación del dólar, impulsó el turismo extranjero y permitió el trabajo por cuenta propia, entre otras medidas de la economía de mercado.

Centenares de agricultores, productores de alimentos, bebidas y medicamentos norteamericanos se frotan las manos y, formando un lobby de creciente fuerza, pugnan por la eliminación de la medida heredada de la Guerra Fría.

Cada vez son más los empresarios, incluidas firman poderosas como Pepsi Cola, United Airlines y Caterpillar, que viajan a la isla interesados en el mercado cubano, en el que se están posicionando europeos y canadienses, principalmente.

El tiempo para la administración Clinton se agota y Castro no confía en los que vendrán después a ocupar la Casa Blanca.

"Nada nos importa quién pueda ser el jefe de gobierno de la superpotencia que ha impuesto al mundo su poder hegemónico y dominante, ninguno de los que aspira a serlo nos inspira confianza alguna", ha dicho el líder cubano.

La lenta recuperación económica y la diversificación de sus socios, a pesar del endurecimiento del embargo en los años 90, han permitido a la isla sobrevivir con el "mal crónico" del bloqueo.

En este contexto, Cuba está reiniciando, "lentamente pero sobre bases muy sólidas, la construcción del socialismo", dijo recientemente Castro, quien vive una revitalización de su liderazgo interno tras el caso del niño náufrago Elián González.

 

 

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En este contexto, Cuba está reiniciando, "lentamente pero sobre bases muy sólidas, la construcción del socialismo", dijo recientemente Castro, quien vive una revitalización de su liderazgo interno tras el caso del niño náufrago Elián González.

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