VARIEDADES


Los disgustos sexuales

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Redacción
Crítica en Línea

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Los juegos y gestos eróticos juegan un papel importante en la sexualidad

El placer de los juegos y los inventos

Una de las cosas que limpian las asperezas en las diferencias sexuales, y que es efectiva, es variar el ritmo sexual. Todo está en relacionar el placer y el deseo.

Los juegos y gestos eróticos juegan un papel importante en la sexualidad, son la llama que en su punto máximo lleva a una óptima relación sexual. Si sientes que tu pareja está enojado, sedúcelo con el juego sexual, basado en las fantasías que tenga cada uno.

Siempre se ha dicho, que en cuanto al sexo la mujer es más ingeniosa, dada a aceptar, y no rechazar de manera tan abierta, quizás por el temor de perder a su pareja.

En ocasiones el hombre suele sorprenderse cuando en el momento del acto sexual a la mujer se le ocurren cosas que nunca antes había practicado con él, por lo que la mente empieza a nadar en el mar de los malos pensamientos. Por eso, aunque en consulta cuenten que una de las cosas que más le molestan del otro en la cama es la falta de imaginación, son pocos los que se atreven a expresarlo a sus cónyuges.

Los especialistas no dejan de repetir que la solución a estos problemas no es nada diferente del diálogo. Pero, eso sí, aclaran que debe hacerse con calma y respeto, pues puede llevarlos a una pelea mayor. También es bueno que cada uno de los miembros ceda en sus fantasías de manera que en la práctica logren un punto medio que sea placentero para los dos.

LOS DISTRAIDOS

No hay que centralizar el objetivo de toda relación en la erección, porque esta idea puede convertirse en el gran problema de la pareja. Existen mujeres que alegan que su macho, en la cama está tan distraído que a veces tienen dificultad para mantener el pene erecto, precisamente porque no están concentrado en el acto.

Esto puede ser aceptado por muchos hombres, y es cierto, pero la razón no está en que el hombre no sienta deseo hacia su pareja, sino que tiene en mente todos los problemas que lo agobian, produciendo que el acto sexual se vuelva tedioso, y en ocasiones hasta que no se termine de hacer.

En muchas ocasiones terminan recurriendo a un (a) amante, y descubren que con esa otra persona no se distraen y que ésta también responde mejor. Hay que bajar las cargas de monotonía, librarse de la carga laboral y de los problemas de la vida diaria antes de ir a la cama. Hay que ir dispuestos a dar y recibir placer.

LA INICIADA

Luego de que se intenta diversos recursos recomendados, aún la pareja no se calma, y parecía que la pareja no ha terminado de sacar sus dolores reprimidos. El problema está en que cada miembro de la pareja, piensa que se ha logrado complacer a la pareja en el aspecto sexual, pues algunas veces se muestran satisfecha. Pero, en realidad es una actuación para que la pareja no piense que se es frígido, y que no se dude de la sexualidad de ninguno. Este problema es casi siempre exclusivo de las mujeres, debido a que a la mayoría de los hombres les es suficiente el coito para llegar al orgasmo, mientras que ellas a veces necesitan más. A algunas le basta la penetración para llegar al éxtasis. Aunque muchas actúen durante toda su vida, también es común que le tomen fobia al sexo, pues termina convirtiéndose no sólo en una actividad traumática en la que se sienten utilizadas por hombres egoístas, sino también en una práctica dolorosa, pues no alcanzan a lubricar lo suficiente.

En algunos casos este problema puede estar relacionado con eyaculación precoz en ellos, aunque en buen parte de los casos es más bien una cuestión de falta de preocupación tanto de él como mutua porque los dos consigan el placer. A la hora de buscar el orgasmo, cada uno debe estar pendiente de conseguirlo por sus propios medios, buscando posiciones, movimientos y estímulos que le aseguren satisfacción. La mujer no debe esperar todo del hombre, y más bien, debe encontrar los medios para ayudarse a conseguir el orgasmo conociendo su cuerpo.

DESPUES DEL ORGASMO

Hay hombres que después de conseguir el orgasmo, se voltean y quedan dormidos de inmediato, y esto porque psicólogos han comprobado que luego del coito, viene un período en el que el hombre se siente fatigado y necesita descansar para recuperar fuerzas, pero con ese acto pueden lograr que la mujer se sienta abandonada.

Para el hombre el objetivo de la relación íntima es el orgasmo, mientras que en ella resulta primordial lo afectivo sobre lo netamente sexual.

Aunque es cierto que para el hombre es difícil recuperarse de inmediato después del orgasmo, bien vale la pena que lo haga. Además, se trata de dar caricias tiernas completamente libres de contenido sexual, pues el cuerpo de la mujer también está en un proceso de recuperación. Basta con una expresión de amor y con la presencia permanente del diálogo ya sea para elogiar ("Estuviste fascinante") o averiguar: "¿Te gustó?". "¿Quedaste satisfecha'?, para que ambos eliminen ciertos disgustos durante la sexualidad. Sentados o en las horas de descanso, los integrantes de una pareja piensan en las fantasías y locuras que pueden hacer en la cama..., pero cuando ya están en ella, uno no quiere porque el estrés del día, lo agotó y prefiere dar la espalda a su pareja, y esa fantasía en mente queda en el olvido.

Es este el caso de las parejas que piensan mantener una excelente relación sexual, pero consiguen disgustos sexuales.

Gritos, insultos y peleas era lo que se oía en aquella casa. En aquella pareja todo parecía que iba a terminar. Tuvieron que pisar fondo y darse cuanta que los problemas nacían en la cama y no en otro lugar.

Quizás el problema de las parejas radica en que el hombre la mayoría de las veces quiere amar a su pareja todas las noches y ésta siempre huye, lo peor sin darse cuenta.

El hombre tiene más claras que la mujer las diferencias entre el sexo y la vida diaria, y no mezcla estos dos aspectos". Sin embargo, en muchas ocasiones las razones de este desequilibrio son más complejas. Pueden obedecer al cansancio con el que uno de los miembros puede llegar a la casa después de trabajar, o la simple cuestión de que hay personas a las que les basta una relación a la semana mientras que otras quieren más.

Lo que deben conseguir es una conciliación para que sus ritmos se acerquen". Es así como pueden buscar, por ejemplo, un fin de semana cada mes, para estar juntos y lejos de las obligaciones que los estresan. O conseguir un horario mejor -quizá más temprano y no a la hora de dormir- para sus encuentros.

 

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