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Los rebeldes intentaron derrocar a la presidenta filipina Gloria Macapagal Arroyo . El ejército aisló a los golpistas y aseguro a Manila, la capital de Filipinas .  |
Rebeldes sublevados que tomaron un complejo comercial en Manila pusieron fin el domingo, tras casi 19 horas, a su enfrentamiento con el gobierno sin haber disparado un solo tiro, dijo un negociador.
"Los soldados estuvieron de acuerdo en poner fin a la toma del centro comercial y en volver a las barracas", dijo a la prensa el coronel Danilo Lim, un miembro del equipo gubernamental de negociadores.
Antes, los soldados filipinos rebeldes atraparon brevemente a la embajadora de Australia y otros extranjeros en un complejo de apartamentos y comercios de Manila, aunque luego los dejaron en libertad.
Los soldados, que colocaron explosivos en el edificio Oakwood cerca del distrito financiero de la capital filipina pero negaron que estuvieran realizando un golpe de Estado, acusaron después al gobierno de corrupción.
Periodistas hablaron de generales retirados que viven en buenas casas del ejército mientras que los soldados arriesgan sus vidas por 4.000 pesos (70 dólares ) mensuales.
Al principio pidieron la renuncia de la presidenta filipina, Gloria Macapagal Arroyo, pero luego desestimaron su demanda.
MILITARES DESCONTENTOS
Los alzados estaban dirigidos por un grupo de veinte oficiales de elite, capitanes y tenientes, graduados en al Academia Militar y que no superan los 32 años.
El teniente Antonio Trillanes, el jefe de los alzados, pidió mediante un comunicado la dimisión de Macapagal Arroyo y de algunos de sus ministros, entre ellos el titular de Defensa, Angelo Reyes.
Según él, la presidenta filipina es responsable de la corrupción que mina el sistema del Estado y el estamento castrense.
Trillanes acusó a la Administración de los dos atentados ocurridos en marzo y abril pasados en la ciudad de Davao (sur).
Los militares golpistas se agruparon bajo la consigan de "Mágdalo", el nombre de uno de los grupos revolucionarios filipinos surgido a finales del siglo XIX para combatir al colonialismo español.
El último mensaje del teniente Trillanes fue para expresar su compromiso para alcanzar una solución pacífica "por el bien del pueblo". |