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Larissa ha mejorado en alto grado, acude a la escuela primaria Juan T. Del Busto de Chitré y cursa el primer grado, es una estudiante muy inteligente y aplicada.  |
Larissa era una niña inquieta, muy hábil, juguetona y traviesa. En todos lados se quería subir. A los dos años aprendió a manejar bicicleta. Era el tatequieto de la casa, había que tener muchos ojos para ella.
Pero a la edad de dos años y nueve meses le vino una fiebre de la nada.
Todos los días la niña padecía por la fiebre, sus padres Graciela y Marcelino Ruiz, acudieron con su hija al médico, le dieron los medicamentos para controlar la fiebre pero todo era infructuoso, la fiebre continuaba.
NOCHES SIN SUEÑO Y DOLOR
Visitaron varios médicos pediatras de la ciudad de Chitré, pero ninguno concluía en cuál sería el mal de Larissa. Uno de los pediatras decidió referirla al Hospital del Niño en la capital, para que un infectólogo la atendiera, porque se creía más en la tesis de que la criatura sufría algún tipo de infección. Fueron al especialista pero la fiebre continuaba. Durante un año Larissa mantenía la fiebre, "día y noche, continuamente", dijo su madre.
SIGUIERON ADELANTE
Sus padres en medio de la humildad y carencia, con ayuda económica de quien pudiera tenderles la mano, siguieron adelante con su hija a costa de lo que sea. En las noches sólo se escuchaba la niña llorar de dolor en todas partes de su cuerpo. "Si la trataba de cargar gritaba del dolor, si estaba acostada no se podía mover porque le dolía, yo no sabía qué hacer", comentó su madre.
Larissa empezó a adelgazar, sus manitos también comenzaron a deformarse, las rodillas se inflamaron, comenzó a cojear ya no quería jugar, porque no se podía mover. Pero lo más desesperante de todo esto es que nadie daba con la enfermedad de la niña, porque la "Artritis Reumatoide Juvenil (ARJ)", como se le diagnosticó finalmente, era una enfermedad muy difícil que un niño la padeciera.
"Esto ha sido muy duro para nosotros, porque en un principio se pensó en la leucemia, pero oramos bastante y nos acercamos a Dios para que nos ayudara y así lo hizo. Ella tiene una enfermedad muy dolorosa pero no es fatal, gracias a Dios, nosotros tenemos la esperanza, de que ella con el tiempo vuelva a ser como antes".
NO HABIAN ESPECIALISTAS EN EL PAIS
De la capital fue referida a un médico especialista reumatólogo pero en adultos, y no en infantes, durante casi dos años la atendió el doctor Alexis Del Rosario, pero dijo "lo hice porque quería ayudarla, pero mi especialidad no son los niños".
"Posteriormente apenas me enteré que vino un médico en la especialidad, la referí a él".
Otro problema que confrontaron los padres de la infante es que en el país no existía un médico pediatría reumatólogo, detalle que puso a la menor en desventaja ante la enfermedad. Sin embargo, ahora Larissa con la colaboración de algunas personas generosas, acude a la capital a atenderse con un especialista en niños.
Pero esta humilde familia de seis miembros, tiene que superar la escasez económica que sufren debido a los malos salarios que hoy ofrecen las empresas. La cabeza de la casa con un sueldo por debajo del mínimo tiene que sostener las seis personas, tomando en cuenta que sus cuatro hijos están en edad escolar, lo que les impide dedicar económicamente más atención a la enfermedad de su hija.
NO HAY CURA
El doctor del Rosario manifestó que la enfermedad que padece la niña, no se cura pero sí se logra la "remisión", es decir, se puede apagar, y cuando esto ocurre no hay inflamación, dolor y no hay deformación. Pero Larissa lleva cargando esta cruz, desde hace cinco años.
QUE ES LA ARTRITIS REUMATOIDEA
Del Rosario, proporcionó la información que le entrega a los padres con niños que sufren esta enfermedad. La misma expresa que la ARJ, es una forma de artritis que se presenta en los niños de hasta 16 años y produce inflamación y rigidez de las articulaciones durante más de seis semanas. A diferencia de la artritis reumatoide del adulto, que es crónica y dura toda la vida, los niños suelen superar la ARJ. Pero puede afectar el desarrollo de los huesos cuando están en edad de crecimiento. |