China vive la peor temporada de lluvias desde 1998, con unas inundaciones que en lo que va de año, han provocado la muerte de 701 personas y la desaparición de otras 347, y la situación puede agravarse aún más, según reconoció el Gobierno.
Las cifras anunciadas por el Ministerio de Asuntos Civiles y la Oficina Estatal de Control de Inundaciones y Sequía señalan que las lluvias caídas en 27 provincias han afectado a 117 millones de personas y han obligado a reubicar a más de 8 millones.
Las pérdidas materiales directas suman 142,200 millones de yuanes ($20,880 millones o 16,280 millones de euros), con 645,000 viviendas derrumbadas y siete millones de hectáreas de cultivo anegadas.
Estos datos sólo son comparables, en la historia reciente de China, con la situación vivida hace doce años, cuando las inundaciones centradas en el río Yangtsé, el de mayor caudal del país, mataron a 4,150 personas y provocaron la evacuación de más de 18 millones.