Condenando otra vez los ataques contra su ciudad, el alcalde de Londres, Ken Livingston, denunció la política de los países occidentales en Medio Oriente, que en su opinión crea condiciones para que se produzcan atentados como el del 7 de julio (7-J), que dejó 56 muertos.
"Creo que hemos tenido 80 años de intervención en países árabes debido a la necesidad de Occidente de petróleo", afirmó el alcalde de Londres a la BBC. Mientras el gobierno de Tony Blair rechazó ligar la guerra de Irak y los atentados.