Sobre el terreno de juego habrá una sola consigna: ganar. Así ya lo han entendido en esta Copa de Oro técnicos y jugadores, quienes llegaron a este torneo con la idea de fortificar un grupo que venía golpeado. Vaya que lo consiguieron.
Al frente tendremos a una Colombia a la que ya derrotamos 1-0, precisamente en el inicio del torneo. A esta Colombia ya la conocemos y ellos nos conocen, los jugadores compartieron el mismo hotel de concentración tanto en Miami como en Houston y muchos de estos chicos juegan con los nuestros en sus clubes en Colombia.
Gabriel Gómez, autor del quinto penal en el encuentro ante Sudáfrica contó que los colombianos iban a sus habitaciones y jugaban Play Stations con los panameños. ¡Vaya que se conocen!
Pero en la cancha la amistad se deja a un lado. Alguien decía que el fútbol es como la guerra, se lucha por la victoria, por los ideales y por el país en conflicto.
Está Colombia ha venido de menos a más en la Copa, tiene buenos jugadores y tiene entre ceja y ceja vengar la derrota ante Panamá, que para ellos ha sido una verdadera afrenta.
Su técnico Reynaldo Rueda no lo dice, pero a Colombia le dolió tanto perder con Panamá como nos dolió a nosotros perder con Nicaragua en una Copa de Naciones hace dos años en casa.
La prensa de su país no les ha perdonado esa derrota y les han exigido sacarse el clavo.
Gran parte del fútbol de Colombia pasa por el habilidoso Tressor Moreno, los cambios de frente y toques con velocidad. Para neutralizar el juego colombiano debemos aplicarnos en la marca de los volantes de recuperación, quienes tienen la labor de destruir su juego de toque.
Serán Gabriel Gómez, Alberto Blanco o Engie Mitre los responsables de esta labor. Menciono los tres porque no sé con cuales saldrá Hernández.
Lo más importante ante los cafeteros será no perder el orden, no debemos darles libertades en defensa, ni permitirles que nos lleguen con superioridad numérica en su ataque.
No le podemos dejar toda la responsabilidad al portero Jaime Penedo. Por eso hoy necesitamos el colectivo, como ante Sudáfrica, pera aún más aplicado, si logramos este cometido estoy seguro que Panamá estará el domingo en la final.
Los colombianos juegan con orden, hoy debemos ganarle a su propio estilo.