No sean mal pensados porque no nos referimos a nada de sexo o algo por el estilo, sino a todas esas cosas que te suceden cuando vas rumbo a una playa.
Lo más probable es que en alguno de los tantos paseos que realizas, al carro o el transporte en el que vas se le pinche una llanta, claro cuando solucionas el problema, se te ha pasado lo mejor del sol, pero igual, tú gozas del agua.
Ahora, si eres de las chicas que les gusta los vestidos de baño de dos piezas, entonces ten cuidado porque las olas te pueden soltar la parte de arriba o de abajo del traje de baño, peor aún si es de tiritas.
Tampoco olvides llevar siempre tus pares de sandalias o chancletas, aunque te resulte fascinante andar por la arena sin calzado, nunca falta un pedazo de vidrio.
Es bueno disfrutar del sol, la brisa y el mar, pero es necesario que tomes precauciones para que no sufras percances.