El Colombes parisino y los restantes estadios franceses de fútbol que se usaron en el Mundial de 1938, los de Italia empleados en 1934 y en 1990, los de Brasil, los estadios de Suiza, Suecia, Chile, Inglaterra, México, Alemania, Argentina, España, Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, todos los escenarios mundialistas, fueron inaugurados con anticipación a su uso como sedes de la Copa de Mundo, basados incluso en la necesidad de probar el funcionamiento de sus sistemas de acceso y salida, seguridad, iluminación, etc.
Sin ir más lejos, el "Maracaná" de Rio de Janeiro, (su verdadero nombre es "Estadio Jornalista Mario Filho"), fue inaugurado un mes antes de comenzar el torneo de 1950, y también tuvieron actividad previa los de Córdoba, Mendoza, y Mar del Plata, el de Quéretaro, y todos los demás con una sola excepción: el Estadio Centenario, de la capital uruguaya.
En marzo de 1907, se dictó una ley por la que se creaba un parque central, con la base física de once hectáreas donadas por Antonio Gabriel Pablo Nereo Pereira, hijo de Gabriel Antonio Pereira, quien fuera Presidente de la República entre 1856 y 1860. El 6 de julio de 1929, nació la Comisión Administrativa (CAFO), para llevar a término el compromiso contraído por Uruguay, al concedérsele la sede del Primer Campeeonato del Mundo, durante el Congreso del 18 de mayo de 1929 en Barcelona.
El 12 de julio, fue designado Director y Proyectista de las obras, el arquitecto Juan Antonio Scasso, quien a la vez nombró a José H. Domato, estudiante de arquitectura, para efectuar los detalles definitivos y de dibujo del proyecto. Las obras se realizaron con lentitud, porque las lluvias intensas (junio y julio son meses de invierno) reducían el tiempo útil de actividad.
Los encuentros fijados para realizarse en el nuevo proscenio, comenzaron jugándose en las únicas dos canchas que tenía Montevideo: el "Parque Central", escenario del Club Nacioonal de Fútbol, y el "Parque Pocitos", ahora desaparecido, que era la casa del otro "grande" en el balompíé uruguayo: el Club Atlético Peñarol. En ellos, se jugaron los encuentros inaugurales del certamen: Francia-México y Estados Unidos-Bélgica.
No obstante, el 18 de julio de 1930 (hizo ayer 76 años), coincidiendo con el primer siglo de la Jura de la Constitución, y con el cemento todavía fresco, se inauguró el "Field Oficial", que pronto recibiría el nombre definitivo de Estadio Centenario.