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Dejar de darle un bocado de comida a un niño que llega al colegio sin haber desayunado en su casa, por pura negligencia, no tiene nombre, máxime ahora que la situación económica en muchas familias está difícil.
La noticia de que en el Municipio de La Chorrera permanecían sin retirar 30 cheques, destinados a los comedores de escuelas, algunas en zonas rurales, nos hace pensar en una falta de coordinación entre los representantes de tesorería con las autoridades y personal docente del Ministerio de Educación.
Esto resulta a todas luces lamentable, porque es un hecho comprobado que un organismo humano sin alimentarse no puede asimilar los conocimientos y dar el mejor rendimiento en sus tareas escolares.
Por otra parte, se trata de un subsidio estatal derivado de los impuestos que pagan los contribuyentes, el cual debe revertir a los más pobres en el momento oportuno, durante el período escolar. No hay excusa para castigar con la burocracia también a los niños pobres. |
