Para proteger a nuestros hijos de la negatividad del ambiente, lo primero es empezar por cuidar la armonía de su habitación. Para ello, se requiere una buena limpieza y tomar algunas precauciones.
No debes dormir con él si tienes problemas o estás negativo, porque el pequeño absorbería tu energía rosada.
Utiliza inciensos de canela, vainilla o sándalo. Ofrécele agua a sus ángeles guardianes.
Escucha sus pesadillas como algo normal y buscándole una explicación. Puedes hacerle una cruz de azulillo en la espalda antes de dormir y debes tener en la habitación una cruz de madera con un lacito de color rojo.
Acuérdate que los niños hasta los cuatro o siete años absorben el mundo invisible con la misma naturalidad que aquí abajo.
Que Dios y el cósmico lo cubra de bendiciones. La música suave y de meditación es buena para armonizarles y desarrollarles sus centros síquicos.