Madonna estaba demasiado ocupada para llevar a pasear a sus hijos en París, Francia. A pesar de qué se llevó a sus chiquillos a la "ciudad luz" donde se encuentra su gira mundial Sticky & Sweet, la Reina del Pop, no los sacó ni a la esquina y los mandó de paseo con la niñera. El grupo fue en barco por el río Sena, y visitaron la Torre Eiffel.