Uno de los aspectos más alarmantes sobre el proceso de envejecer es que, aunque la mente permanezca joven, la energía que antes le acompañaba ha desaparecido.
Sin embargo, todos los expertos coinciden en que el ejercicio es la mejor manera de mantenerse en forma y protegerse ante algunas de las consecuencias más desagradables de la edad. Para las personas mayores, el ejercicio no tiene nada que ver con ir a sudar en un gimnasio e intentar que aparezcan músculos en todo tipo de lugares extraños del cuerpo. A nosotros el músculo que más nos debe preocupar y en el que debemos centrar nuestros esfuerzos es el corazón, y debemos mantenerlo fuerte aumentando su actividad.