Nicolasa Gómez inició las labores de partera desde los 18 años, aunque reconoce que no tenía conocimientos de lo que hacía, porque aún no le daban charlas de capacitación y trabajaba orando durante todo el proceso.
"Los primeros que atendí fueron los míos y todo lo hacía a base de secretos de ciencia. Rezaba la oración y cuando se sentía que ya iba a nacer me metía en el cuarto y ya tenía listo el agua, una barbera (navaja) y un hilo para amarrar el cordón umbilical", informó.
Para expulsar la placenta usaba una cáscara que se llama "cabima", miel de palo que tomaba como agua de pasto y así llegó a tener once hijos bien sanos.
Asimismo, ayudó a nacer a 30 niños más de comunidades como Los Uveros, Capira, Colón y Penonomé y ninguno se le murió.
A cambio de atender un parto algunas personas le dan B/ 6.00, más la yuca, el arroz y algunas otras especies.
Gómez afirmó que ahora ya tienen nuevos conocimientos para atender los partos, porque fue capacitada por el Ministerio de Salud.
CAPACITACION
Aproximadamente, en el área Oeste existen más de 60 parteros capacitados, los cuales han cumplido con un curso de 40 horas, que les permite recibir la certificación del ministerio de Salud.
Sonia de Graell, enfermera facilitadora, informó que existe otro número de parteros laborando en el área que todavía no han recibido capacitación, debido a que su condición de voluntarios y de relevo generacional que se da en esta región dificulta su captación.
Aseguró que lo que se persigue con esta capacitación es que estas personas que ya tienen la experiencia en la atención de partos reciban los conocimientos necesarios en cuanto a prevención y referencia oportuna. Además de enseñarlos a atender partos lo más limpio.