El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, afirmó ayer que aceptaría la apertura de una oficina de intereses de EEUU en Irán, si lo pide Washington, mientras volvió a advertir que su país "cortará la mano a los invasores" en caso de un eventual ataque contra la República Islámica.
Ahmadineyad afirmó que la República Islámica "está a favor del establecimiento de relaciones con todos los países", y que Teherán dialogará con Washington "cuando haga falta, sin intermediarios ni condiciones previas".
El presidente iraní subrayó, sin embargo, que Estados Unidos "no ha hecho ninguna petición" al respecto.