El australiano Robbie McEwen (Lotto) ganó al sprint la novena etapa del Tour de Francia ciclista, disputada ayer sobre 160,5 km entre Saint-Léonard-de-Noblat y Guéret, mientras que el corredor francés Thomas Voeckler (La Boulangere) conservó la casaca amarilla de líder.
McEwen, de 32 años, quien se impuso por segunda vez en una etapa este año, luego de la lograda en Namur (Bélgica) hace una semana, sobre la línea superó al noruego Thor Hushovd y a su compatriota Stuart O'Grady, en una definición que necesitó "foto-finish" para determinar al vencedor.
Ahora el australiano, que defiende la casaca verde de la clasificación por puntos (fue ganador de este trofeo en 2002), acumula un total de cinco victorias de etapa en la "Grande Boucle".
El belga Tom Boonen, encerrado en el embalaje, apenas se ubicó séptimo, detrás del francés Jérome Pineau (cuarto), el alemán Erik Zabel (quinto) y el estonio Janek Tombak (sexto).
Los dos corredores escapados, el español Iñigo Landaluze y el italiano Filippo Simeoni, fueron absorbidos a menos de cien metros de la meta. El dúo llegó a acumular una ventaja de diez minutos, a 60 kilómetros de la llegada. A partir de allí los equipos de los velocistas (Hushovd, Boonen) lanzaron la caza de los fugados.
La ventaja del español y el italiano, retrasados en la clasificación general, disminuyó progresivamente: 5 min 15 seg a 35 km de meta, 2 min 40 seg a 20 km, y 1 min 25 seg a sólo 10 km.
En las calles de Guéret, el ataque del francés Carlos Da Cruz acercó aún más al pelotón que encaró el último kilómetro con 15 segundos de retraso sobre la dupla.
Landaluze, corredor del equipo Euskaltel liderado por el vasco Iban Mayo, finalmente cruzó la línea final en décimo lugar.