Al caricaturista de La Prensa, Julio Enrique Briceño, RAC, se le ha impuesto una medida cautelar de país por cárcel, al sentirse ofendido el doctor Ricardo Arias Calderón. Esta medida, adoptada por la Fiscalía Séptima de Circuito, lo obliga cada quince días a estampar su firma en este despacho judicial.
La querella, en esta ocasión, la interpuso un político, un presidente vitalicio del Partido Demócrata Cristiano y un hombre que ha ocupado el cargo de presidente de la Democracia Cristiana Internacional.
Para quienes conocieron a Ricardo Arias Calderón en los momentos difíciles de la dictadura y tuvieron que proyectar su imagen internacional, les resulta muy difícil entender el por qué de su demanda, que hoy ocasiona que otro comunicador social esté en la lista de los perseguidos por el Organo Judicial.
Julio Enrique Briceño, desde su profesión en el diario La Prensa ha tenido mucho tino, ha sido un excelente denunciante y quizá esté entre los mejores de América Latina en su campo, y nos parece extraño que el talentoso Ricardo Arias Calderón, no solamente haya demandado sino que todavía mantenga su postura.
Frente al desarrollo de este proceso quisiéramos un diálogo entre los dos RAC: Ricardo Arias Calderón y Julio Enrique Briceño, para encontrar un punto en que Arias Calderón imite a Alma Montenegro de Fletcher que conduzca a que sea incluido en un indulto futuro. |