Un reciente estudio muestra que los hermanos de personas que vivieron más de 100 años tienen hasta 17 veces más probabilidades de alcanzar esa edad.
En una investigación realizada con 444 familias en las que al menos un miembro vivió más de 100 años, especialistas del Boston Medical Center y de la Boston University Medical School (Estados Unidos) han encontrado que los hermanos de esas personas centenarias tienden a vivir mucho más que aquellos individuos sin hermanos centenarios.
La investigación muestra que los hermanos varones de personas que han vivido 100 años tienen 17 veces más probabilidades que el resto de la población para alcanzar el siglo de vida.
En el caso de las hermanas, las probabilidades son 8 veces más.
Por ello, los autores señalan que la longevidad excepcional tiene un clarísimo componente familiar, algo que se sospechaba desde hace mucho tiempo pero que no se había demostrado con absoluta claridad.
En este contexto, explican que los genes, el ambiente y el comportamiento son factores que influyen globalmente en la longevidad de la persona, si bien el nuevo estudio, publicado en "Proceedings of the National Academy of Sciences", constata que la herencia desempeña en ello un papel fundamental. Añaden que algunas personas tienden a sobrevivir mucho tiempo porque carecen de ciertas versiones de genes que incrementan su riesgo de enfermedad.
Las familias con miembros centenarios probablemente también son portadoras de variaciones genéticas que hacen más lento el proceso de envejecimiento.
En este caso concreto, se sabe que en determinada región del cromosoma 4 se localiza algún gen asociado a una larga vida. "Estamos en la vía de identificar ese gen", señalan los autores.
EL ESTRES ENVEJECE
Una persona con trastornos emocionales no envejece bien. Y no es necesario que esté loco. Las personas que sufren depresión, por ejemplo, suelen descuidar su aspecto y verse mal y más viejos. Lo mismo sucede con otros desórdenes psicológicos. "El estrés es la principal causa de aceleración de la edad biológica", asegura el doctor Juan Hitzig.