Tres disparos finalizaron con la existencia de Carlos Manuel Martínez, de 18 años, cuando la noche del domingo, daba paso a la madrugada del lunes, en el corregimiento de Pedregal, en Chiriquí.
En la parte posterior de un popular sitio de diversión nocturna, el asesino descargó los proyectiles, directo a la espalda de su víctima y luego se retiró del área con el arma en sus manos, aún caliente por los disparos.
Martínez, quedó tirado en el suelo y su muerte se registró momentos más tarde, sin que nadie pudiese hacer nada para salvarlo.
Durante la madrugada de ayer, las autoridades policiales efectuaron varios allanamientos que aportaron cinco personas detenidas como sospechosos del homicidio, resaltando la aprehensión de un par de menores con 15 y 16 años de edad.
Según fuentes policiales se cree que uno de los adolescentes es el responsable de presionar el gatillo para asesinar al joven, que laboraba en la construcción.
El posible móvil del asesinato es investigado, pero hay versiones de que pudo tratarse por rencillas.
Hasta ayer el arma que se presume es calibre 380, no había sido recuperada, pero se espera que de un momento a otro sea encontrada, tras algunas diligencias realizadas por el Ministerio Público en la figura del Fiscal Primero Superior, Franklin Amaya Jované.
CONSTANTES BALACERAS
En el área donde ocurrió el crimen se han dado varias balaceras, sin embargo hasta ese momento no se habían registrado víctimas fatales, lo que ha creado alerta entre las personas que viven por el lugar. El occiso era un joven muy querido en la comunidad.