Las depuraciones a nivel interno de la Policía Técnica Judicial (PTJ) continuarán, aseguró la procuradora Ana Matilde Gómez, quien espera se pueda cambiar lo que hasta ahora sólo ha traído decepciones.
Por el momento, unos 84 funcionarios de la PTJ han sido mandados de vacaciones, 17 nuevos asignados, 28 trasladados, 3 han renunciado y 6 fueron despedidos, reveló la Oficina de Prensa y Relaciones Públicas de la PTJ.
Las vacaciones se dieron cumpliendo órdenes de la Contraloría General, que fundamenta dicha solicitud en el hecho de que la gran mayoría de estos funcionarios mantenía un promedio de 8 meses acumulados, en vacaciones pendientes.
Entre los destituidos se encuentran inspectores y detectives que eran de libre remoción y otros que habían inflingido de forma grave el reglamento interno de la institución, como Harry Gleen, a quien se le vincula en el caso de trasiego de armas por el cual se encuentra detenido, y el ex inspector de Balística, Luis A. Ramírez.
Los otros despedidos son: Rosalía Góndola, Álvaro González G., Nelson Pittí, Roosevelt Pittí, Marcos Harding e Hipólito Cedeño.
El director de la PTJ, José Ayú Prado, dijo que se estudia otra cantidad similar de expedientes y éstos se encuentran casi listos para una decisión final por parte de la DRP.
La situación en la Policía Técnica Judicial hizo crisis en los últimos meses, tras confirmarse la existencia de una red dedicada a trasegar armas a pandilleros locales y narcotraficantes colombianos.
La red estaba dirigida por Luis A. Ramírez, jefe de la Dirección de Balística de la Policía Técnica Judicial, quien confesó en su declaración indagatoria que estaba comprometido con esos hechos ilícitos.