El robo de autos, lucrativa actividad ilícita practicada por el crimen organizado con tentáculos internacionales, va en aumento, muy a pesar de los esfuerzos titánicos de los organismos policiales y de seguridad nacionales, que han logrado en los últimos años una considerable cantidad de recuperación y puesta a buen recaudo a los delincuentes.
Anualmente, millones de dólares se registran en pérdidas, no sólo de las empresas dedicadas al negocio de la venta e importación de este tipo de bienes. Además, es lamentable que personas que hacen grandes sacrificios para tener su propio transporte se vean golpeadas repentinamente por estos nuevos corsarios con contactos dentro y fuera de nuestras fronteras.
He visto personas de muy escasos recursos pagar una letra de su automóvil durante años, y de repente, terminan a pie con las llaves en la mano.
El empresario Carlos Rabat, dedicado al negocio de comercialización de autos y miembros de la Junta Directiva del Registro vehicular único, reveló en estos días detalles interesantes en la lucha para controlar las mafias del ilícito. Por ejemplo, señaló que el robo de los autos para venderlos completos en el extranjero ha disminuido.
Sin embargo, queda en el ambiente una serie de interrogantes: ¿Quiénes son las personas supuestamente involucradas en las falsificaciones y venta fraudulenta de los papeles de registros vehiculares? |