Las manifestaciones antiestadounidenes, como la ausencia del notable e inevitable Nelson Mandela o de toda etapa popular u simbólica, testimoniaron el miércoles en Sudáfrica el poco entusiasmo y las dudas de la población con respecto al presidente estadounidense George W. Bush en el tercer día de su gira africana.
Bush renovó su promesa de involucrarse en Liberia, donde la guerra civil dura desde hace años y la situación en la capital, Monrovia, se ha tornado desesperada en medio de una crisis política en torno al presidente Charles Taylor.
El presidente sudafricano Thabo Mbeki preguntó a Bush si Estados Unidos intervendrá en la crisis.
"Dije que sí, participaremos, y analizamos ahora la cuantía de nuestra participación", dijo Bush a los reporteros durante una conferencia de prensa conjunta con Mbeki.
Bush quiere además que los líderes africanos presionen más al presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe, para que dimita y convoque nuevas elecciones. Mbeki ha insistido que no presionará a Mugabe.
La mitad de la población de Zimbabwe encara una hambruna y decenas de personas han sido asesinadas debido a la violencia política fomentada por el gobierno.
Otros miles más han recibido palizas, han sido encarceladas, violadas o torturadas debido a sus opiniones. |