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Hay una nueva modalidad de estafa y engaño, en la que desde el año 2001 han caído más de 60 panameños.
Se trata de una modalidad traída de Colombia, en la que los delincuentes con aspecto sano y respetable se hacen pasar por desesperados ganadores de lotería y que por su estatus de extranjeros no pueden cambiar.
Sus víctimas regularmente son estudiadas de cerca.
Las investigaciones de la PTJ indican que los delincuentes se ganan la confianza de sus víctimas, es entonces que les proponen a los incautos un negocio que la avaricia no puede rechazar: el 20 o 30% del premio total.
El trámite estriba en que la víctima se compromete a comprarle los billetes de lotería al delincuente. Para ello, ambos se dirigen al banco. Fuera de la entidad crediticia espera el estafador, mientras que el incauto retira de su cuenta el dinero acordado.
Normalmente la incauta víctima introduce el dinero en un sobre para crear el trato, pero cuando sale a comprar los billetes, y a metros del banco, el delincuente se retracta; inmediatamente la víctima busca un lugar seguro donde guardar el dinero -el bolso -, pero acompaña a la víctima la que - en un momento de distracción- saca del bolso el sobre con el dinero y lo cambia por uno vacío.
Las pesquisas de la PTJ indican que este tipo de estafas se ha determinado que son realizadas por ciudadano de nacionalidad colombiana, puertorriqueña y española, mientras que los sitios donde se ha detectado el ilícito con mayor incidencia son: Paitilla, La Peatonal y Calidonia. |
