El control periódico de los distintos componentes del coche contribuye a aumentar la seguridad del vehículo y a prolongar su vida útil. Estas medidas en forma de calendario ayudarán a ser más efectivos en el mantenimiento periódico de automóviles.
CONSEJOS PARA MANTENER TU AUTO
Una vez por semana, chequear el nivel de refrigerante. Una vez por semana, controlar el nivel de aceite. Hacerlo en una superficie horizontal, dejando pasar unos minutos desde que se apagó el motor. Una vez por semana, lavarlo. El polvo y la polución acumulados dañan la pintura. Una vez por mes, controlar la presión de los neumáticos. Usar un medidor propio, en vez del medidor de la estación de servicio, para ganar precisión. Una vez por mes, controlar el fluido de transmisión en coches con caja automática. Una vez por mes, controlar el fluido de la dirección. Una vez por mes, controlar el líquido de frenos. Una vez por mes, controlar la batería. Una vez por año, controlar los frenos y engrasar los cojinetes de las ruedas. Una vez por año, limpiar el radiador. Lavarlo con una solución detergente; quitar los restos con un cepillo suave. Una vez por año, limpiar la batería y los terminales. Quitar los restos con un cepillo de acero, lavar con una solución de bicarbonato y agua, y enjuagar. Durante el lavado, cubrir los orificios con cinta adhesiva para que no entre el bicarbonato. Si vuelven a depositarse restos, engrasar los terminales. Cada dos a cuatro años, reemplazar filtro y fluido de transmisión automática. Drenar el sistema de refrigeración. Drenar el sistema de frenos. Cada dos a cuatro años, reemplazar las correas aunque no muestren desgaste.
MANTENIMIENTO MENSUAL DE SU VEHÍCULO
Cada mes usted debe realizar una verificación a su vehículo para asegurarse de que éste se encuentra en perfectas condiciones para poder viajar.
Refrigerante. Debe estar en el nivel correcto en el radiador. Rellene si es necesario con anticongelante (precaución no intente quitar el tapón del radiador cuando el motor este caliente).
Radiador y las mangueras del mismo. Realice una inspección profunda para detectar fugas o superficies dañadas.
Sistema de lubricación. Revise a los alrededores y bajo el motor para detectar fugas de aceite u otros fluidos, lo cual puede indicar un sello roto.
Fajas. Revise las fajas (por ejemplo la del ventilador, alternador, aire acondicionado, dirección hidráulica etc.). Ajústelas si es necesario y reemplácelas si están dañadas.
Batería. Si la batería tiene tapones de quitar y poner. Verifique el nivel de agua y adicione agua destilada si es necesario. Verifique las terminales de la batería, si muestran corrosión límpielas con un cepillo de alambre si es necesario. Reemplace cualquier cable dañado de manera inmediata.
Niveles de fluido. Verifique los niveles de aceite de motor, de dirección hidráulica, la transmisión, clutch y de diferencial y el líquido de frenos. Si es necesario el reemplazo use únicamente el líquido apropiado. Rellene el depósito de líquido para limpiar el parabrisas.
Luces. Con la ayuda de otra persona verifique que las luces de: los frenos, las direccionales, el porta placas, retroceso, altas, cuartos, etc., funcionen correctamente.
Llantas. Verifique la presión de las llantas con un medidor de presión confiable y no olvide incluir la llanta de repuesto. La baja presión no solo incrementa el consumo de combustible, puede también causar problemas de maniobrabilidad. Las llantas deben ser revisadas para evitar desgate disparejos y asi obtener un mejor rendimiento de éstas.
Frenos. Sobre una calle recta y libre de tráfico coloque sus manos ligeramente sobre el timón y aplique los frenos gradualmente. Si el vehículo se mueve hacia algún lado una zapata esta más gastada que la otra, o los frenos necesitan ajustarse. El vehículo debe moverse libre y, gradualmente detenerse sin tirones. Revise el freno de mano aplicándolo cuando el vehículo se encuentra sobre un plano inclinado y en neutro. El vehículo no debe moverse.
Alineación. Una prueba sencilla de manejo puede ayudarle a revisar la alineación de su auto. Sobre una calle plana y libre de tráfico quite las manos del timón (manteniéndolas cerca de él) y observe si su vehículo se mueve en línea recta mientras mantiene una velocidad constante. Si el vehículo tiende hacia un lado, verifique si la presión es igual en ambas llantas delanteras. Si es así, mande a revisar la alineación a un especialista. |