Casi 270 mil panameñistas deben acudir hoy a las urnas para escoger a su candidato a la Presidencia de la República, a diputados, alcaldes y representantes de corregimientos. Se trata del principal partido de la oposición del país, que ha desarrollado movimientos para reorganizarse y adecuarse a los tiempos modernos, tras la aplastante derrota sufrida en los comicios del año 2004.
Independientemente del resultado, el candidato presidencial que surja del Panameñismo debe asimilar la necesidad de lograr una coalición de las fuerzas opositoras, incluyendo a Cambio Democrático y su abanderado Ricardo Martinelli.
Ese candidato y el propio Martinelli deben estar conscientes que si la preferencia del electorado no le son favorables en los meses previos a los comicios de mayo de 2009, deberá declinar a favor de la figura que pueda representar una alternativa ante el oficialista Partido Revolucionario Democrático.
El panameñista que logre la victoria hoy, no debe pretender aplastar al adversario interno. Los dirigentes con visión se empinan sobre esas pequeñeces y fomentan la democracia partidaria para darle cabida a todas las corrientes y así forjar la unidad ante el próximo torneo electoral.
Los seguidores del caudillo y tres veces Presidente de la República, Arnulfo Arias Madrid deben entender que sólo una oposición tendría alguna oportunidad de volver al Palacio de las Garzas y que divididos no van para ninguna parte.
Una vez se complete la jornada de hoy y se inicien los contactos con el resto de los colectivos opositores, el Panameñismo debe iniciar esfuerzos por ganarse el apoyo popular articulando con anticipación planes de gobierno y propuestas, para que cuando se llegue al gobierno no se recurra a la improvisación propia de los políticos que no tienen visión de futuro.