Brasil y Argentina, los favoritos sentimentales de los panameños y buena parte de los latinoamericanos que siguen la Copa del Mundo en Sudáfrica, resultaron eliminados en cuartos de final, cayendo ante Holanda y Alemania, respectivamente.
Fueron partidos que expusieron las deficiencias tanto del "Scratch" como de la albiceleste. Los jugadores de Dunga salieron como endemoniados en el primer tiempo y terminaron con una ventaja por la mínima contra los Holandeses. Pero en la segunda mitad bajaron tanto en intensidad como en concentración.
Un autogol de Felipe Melo (el primero de Brasil en mundiales) al inicio del segundo tiempo le cambió totalmente la cara al partido y a Brasil, que en adelante se les acabó la capacidad de definir. Un gol de cabeza de Wesley Sneijder los terminó de sacar del mundial.
La eliminación de Argentina fue más dolorosa y apabullante. Los fanáticos de los gauchos prácticamente sufrieron los 90 minutos, porque el primer gol alemán llegó al minuto 3, y el último (de cuatro en total) al minuto 87. Ni siquiera hubo gol del honor.
Las similitudes entre Brasil y Argentina comienzan por sus técnicos, Dunga y Diego Maradona, sumamente cuestionados por su elección de jugadores para la competencia y por sus esquemas tácticos.
Hasta las grandes potencias del fútbol caen en la improvisación y el "triunfalismo", errores en que nosotros mismos en Panamá, una nación con mucho que demostrar en nuestro fútbol, hemos caído numerosas veces en época de rondas de clasificación.