Julio César Araúz Avendaño fue declarado inocente por el homicidio del estudiante Edgardo Enrique Tapia Matos, muerto el 4 de noviembre del año pasado en David, Chiriquí.
Un jurado de conciencia compuesto por cinco mujeres y tres hombres encontraron inocente a Julio César Araúz Avendaño.
Los hechos se dieron cuando se desarrollaban los desfiles patrios en la ciudad de David. Repentinamente, en plena vía cuarta y frente a una gran multitud se escenificó una pelea entre los jóvenes. Salió perjudicado Tapia Matos, de 18 años, quien recibió un golpe en la cabeza con un objeto contundente, del cual se presume que le provocó la muerte pocos minutos después.
Edgardo cursaba el V año en el colegio Félix Olivares y de acuerdo a sus familiares, era un joven tranquilo que jamás se había visto involucrado en hechos delictivos.
El pasado martes se inició la audiencia en el Tribunal de Justicia de Chiriquí, pero no fue hasta el miércoles cuando a eso de las 10:00 de la noche que el Jurado dio el veredicto absolutorio. La defensa alegó que los hechos se dieron en defensa propia y accidentalmente.
Sin embargo, Omaria Matos, madre de la víctima, indicó que inicialmente todo parecía demostrar que el implicado era responsable por lo que esperaba que se hiciera justicia a través de la condena.
Dijo sentirse indignada por la manera cómo se desarrolló el proceso legal, pues aunque penalizando al responsable no se le iba a devolver la vida a su hijo menor, al menos debía pagar por sus hechos.
De acuerdo al informe médico, Tapia Matos perdió la vida producto de un golpe que recibió con un objeto contundente en la cabeza, que le provocó un derrame cerebral. |