EDITORIAL
Ideas
para mejorar el Tránsito
El Operativo
Salvavidas 99, empresa policial dirigida a disminuir las muertes
viales, mejorar los quehaceres de manejo y la conducción
de automotores en la urbe capitalina funciona mediante la verificación
de licencias, la eliminación de chatarras, la sanción
a estacionamientos abusivos o el no uso del cinturón de
seguridad, y otras fallas reglamentarias, constituyendo labores
meritorias que merecen el respaldo popular.
Sin embargo, en adición a tales correcciones policiales,
opinamos existen factores y situaciones que afectan con dureza
el manejo vehicular capitalino, las que reclaman urgente atención.
Entre ellas se impone exigir a los constructores de inmuebles
la colocación de estacionamientos, en proporción
a los pisos y apartamientos de las obras.
De igual manera urge eliminar el esclavista sistema de "cuentas"
que rige en las relaciones laborales transportistas, de taxis
y de buses, que mantiene y obliga a los choferes a sostener cotidianas
competencias, al extremo que en entrevista de prensa, un busero
define al pasajero como "un cuara grandote"; asimismo,
urge establecer controles eficaces sobre los tiempos de salida
y recorrido de los transportes colectivos.
En el pasado un artefacto denominado "gobernador"
se colocó en los carburadores para limitar las velocidades
máximas de los vehículos; práctica que debe
volver.
La tolerancia administrativa y la permisión policial
hacia la circulación de automóviles en evidente
deterioro; así como las pretéridas revisiones de
los motores, las transmisiones y los frenos facilita la causa
de accidentes viales.
Los pasos elevados que carecen de techos contra las lluvias
obligan a los peatones a burlar su uso; por lo cual deben realizarse
los cubrimientos; de igual manera, como lo estableciera en 1941,
el doctor Arnulfo Arias, las calles se deben cruzar en las esquinas,
por las líneas de seguridad, y los infractores soportar
los rigores de las corregidurías.
La arbitraria medida de arrendar áreas públicas
en calzadas para favorecer comercios y empresas, que priva al
ciudadano de sitios para estacionar, si no es cliente comprador,
debe desaparecer.
La importación masiva de vehículos usados que
incorpora más de mil unidades al parque automotriz existente,
unido a los múltiples sistemas financieros de permisión
que promueven el consumismo y exaltan el estatus, sin reparar
en los perjuicios de tales políticas mercantiles, las
que deben sufrir limitaciones y soportar controles. En tal sentido,
una decisión gubernativa pudiera congelar el número
de automotores en circulación y solamente permitir reemplazos,
cuando se destruyen, o sean exportados. Así mejoraremos
el infernal tránsito terrestre citadino, que agobia y
enloquece.
PUNTO CRITICO |
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