Quienes han estado dentro de un casino buscarán un reloj que nunca encontrarán. La psicología es simple, cuando no se ve el reloj se deja de pensar en el tiempo, y es posible que en lugar de quedarse una hora, los clientes se pasen 3 sin darse cuenta.
Los visitantes tampoco encontrarán ventanas, pero sí escucharán música, campanas, y el sonido de las monedas al caer de las máquinas. Qué mejor sensación que sentirse un posible ganador.
También es frecuente observar todos los servicios gratuitos que se ofrecen en los casinos. Los jugadores reciben comidas gratis, fichas gratis, espectáculos, etc. Esto hace que el jugador, a pesar de perder, sienta que ganó algo.
Y de las bebidas alcohólicas ni hablar. Generalmente hay camareras dando vuelta regalándolas. Es un truco en el que caen hasta los jugadores más inteligentes. Si un experto jugador usa mucha estrategia en el blackjack, el alcohol ralentizará su cerebro y por ende tomará malas decisiones en momentos decisivos.