Constantino Seferlis Macías, de tan solo 9 años, ha experimentado y saboreado el triunfo en un deporte que sube la adrenalina, como son las carreras de mini kart, y aunque sólo lleva un año y medio desde que incursionó en estas competencias, el año pasado obtuvo el título de Campeón Nacional de la Categoría Promocional Infantil, entre las edades de 8 y 9 años.
El niño Constantino, un ejemplo para la niñez panameña, manifestó que desde muy pequeño le llamó la atención las carreras de carros y le habló a sus padres de su deseo de participar en este deporte, ahora conduce estos carritos que parecen de juguete.
Su sueño se hizo realidad en enero del año 2009 cuando empezó sus prácticas.
En dos meses de entrenamiento participó en su primera carrera de la categoría Junior, el 8 de marzo de 2009, donde obtuvo su trofeo de tercer puesto en un tiempo de 26.664s. El campeón dijo que la clave del éxito está en el empeño que le pone a sus prácticas y sus deseos de superación.
En las carreras posteriores que se llevaron a cabo los días 29 de marzo, 19 de abril, 28 de junio de 2009 y 18 de abril de 2010 el piloto Constantino Seferlis quien conducía el Kart número 29 alcanzó la victoria y ganó trofeos del primer puesto cinco veces.
Rubén Seferlis, padre de Constantino indicó que se siente orgulloso de su pequeño "monster" o "monstruo" como le llama cariñosamente toda su familia. Dijo que su hijo hace bien las cosas, es buen estudiante del colegio Balboa Academy donde próximamente dará inicio a sus clases del cuarto grado.
La satisfacción de Rubén, colonense de nacimiento, es que Constantino disfruta lo que está haciendo. Agregó que como recompensa le obsequiaron a su hijo con mucho esfuerzo su propio Mini Kart que está valorado en unos 9 mil dólares. El chasis vino de Alemania y el motor es marca CRG, de Italia.
"Su meta es participar de las carreras automovilísticas de la Fórmula 1 y si sigue así, con esas ganas, lo puede lograr" aseguró su padre.
Leonidas Macías, abuelo del deportista, es otro de sus fanáticos, y aseguró que este tipo de deporte es sano y familiar, donde todos los miembros de la familia aportan ideas y disfrutan ese momento, libre de alcohol y vicios.
Como un aspecto curioso, Constantino baja de peso después de cada carrera, unas 4 libras aproximadamente. A los pilotos se les pesa antes y después de finalizada la carrera recuerda su abuelo.
Katiuska de Seferlis, madre del campeón Constantino manifestó que antes de las carreras ella no duerme, no come, ni habla. Pero luego que todo pasa, siente una alegría y emoción inexplicable.
El equipo de La Voz presenta a Constantino como un niño de valores, que además de ser buen hijo, respetuoso, humilde y brillante en sus clases, y en el deporte, es el vivo ejemplo para quienes buscan superarse.