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Todos podemos, alguna vez en nuestra vida, padecer de ese malestar  |
De seguro que alguna vez has estado cerca de una persona que tiene un aliento insoportable. Entonces tú mejor que nadie sabes lo insoportable que es y lo difícil que se convierte hablar con sinceridad sobre dicho problema. Pero no creas que tú estás exenta de sufrir de Halitosis o mal aliento, todos podemos, alguna vez en nuestra vida, padecer de ese malestar.
Según los especialistas en la materia, más del 50% de la población mundial, independientemente de su condición social y cultural, edad y poder económico, tiene mal aliento. Pero, ¿te has preguntado alguna vez a qué se debe ese característico "olorcito"? Quizá estés enterado que se origina por problemas estomacales, pero, actualmente se ha comprobado que el 95% de su origen está localizado en la lengua.
¡VAYA LENGüITA!
¿Te acuerdas cuando en el colegio, "el profe" de Naturales te describía la lengua como un órgano largo y rugoso? Pero quizá nunca te dijo que ésta era la causante del famoso mal aliento. Y es que la lengua, con facilidad retiene restos de comida, sin olvidar que en una normal y limpia habitan unos 50 billones de bacterias, las cuales se alimentan de los restos alimenticios que quedan en la boca, y como la lengua no se acostumbra a limpiarla como se debe, y con los instrumentos adecuados para hacerlo, ésta se vuelve el lugar propicio para su crecimiento.
Es importante que sepas que dichas bacterias producen desechos, los cuales al descomponerse forman los compuestos volátiles de azufre, que son los que producen la Halitosis. Por tanto, entre más bacterias haya en tu boca, más cantidad de compuestos se producirán, haciendo que el aliento sea más ofensivo.
ADIOS AL MAL ALIENTO
Una de las recomendaciones que puedes tomar en cuenta si padeces de Halitosis, es usar un limpiador lingual, el cual elimina la capa que recubre la lengua y que sirve de protección de las bacterias. Este instrumento lo puedes adquirir en las tiendas nutricionistas. Además, debes usar el hilo dental para eliminar los restos de comida que se te alojan entre los dientes.
Algo que no debes hacer es cepillarte la lengua, ya que lo único que lograrás es expandir las bacterias que en ésta residen. |