Es duro ver la desidia de las autoridades con las carreteras de este país, para darse cuenta solamente hay que salir de la ciudad y visitar los diferentes poblados de nuestro suelo patrio, donde muchos de los mismos tienen poca o casi ninguna infraestructura vial.
En Panamá, la ejecución de estos proyectos o no se hace o como casi todas las cosas se hacen tarde, por ejemplo, voy a hablarles hoy de los caminos de penetración (si se pueden llamar así) que dan acceso a las diferentes comunidades aledañas a la ciudad capital. Durante el fin de semana, tuve la oportunidad de visitar a un amigo (para darle un pésame) en el distrito de Capira y por poco desisto de tan bello gesto.
La travesía nos tomó casi seis (6) horas, cuando en el verano, solamente toma media hora, desde La Chorrera.
Para sorpresa mía, me contaba mi amigo, que el corte de la carretera se hace todo los veranos, el problema es que en los últimos años el verano, para ciertas autoridades empieza en el mes de abril (yo pensaba hasta este fin de semana que era en enero) y que en este año al igual que el anterior el corte del camino se hizo a partir del 15 de abril, época donde empieza la estación lluviosa, por tal razón el contratista no pudo terminar la obra (igual que otros años).
Tampoco a estos cortes se le hacen sus respectivas cunetas, se les tira una capa de grava para evitar la erosión, de tal forma que el agua de lluvia corre a cántaros por estos caminos erosionando de esta manera el suelo, como bien se imaginan, estas obras duran menos de lo que canta un gallo, sin contar el alto tráfico que tienen diariamente y no precisamente de autos, ya que la gente en estos poblados no cuenta con este tipo de lujos. |