El capitán de la selección de Italia, Fabio Cannavaro, asumió la responsabilidad del equipo tras el mal papel efectuado por la todavía campeona del Mundo en Sudáfrica 2010 y reconoció que la situación debe cambiar.
Cannavaro afrontó su condición de líder del equipo tras la derrota ante Eslovaquia, que dejó al equipo en el último lugar del cuarteto. Y se marcha del Mundial sin conocer la victoria.
"Fue nuestro peor partido. Nada esperaba algo así para terminar la última ronda. Todo ha ido a peor", destacó el central italiano, que consideró que la situación de la selección va más allá del aspecto deportivo. Es una cuestión social.
¿Alguna solución? Hay que invertir en los jóvenes. Cambiar la mentalidad", y añadió que la fórmula tiene que cambiar.
"Cada país tiene sus problemas. Nuestro mecanismo tiene que cambiar. Basta con mirar a nuestros estadios y la cultura que ofrecemos cuando vemos un partido. Hay que pensar en los jóvenes. Nuestro fútbol tiene que cambiar. Si no, no ganaremos la próxima Copa hasta dentro de veinticinco años", exclamó Cannavaro.
Sobre el adiós de Lippi y la incorporación de Cesare Prandelli como nuevo responsable dijo que "es bueno pero tendrá mucho trabajo" y reconoció que va a "tener que aplicarse en la fase de clasificación para la Eurocopa. Con partidos complicados. Es difícil. Hay poco donde elegir. El fútbol está hecho de los ciclos que crean las generaciones. La actual tiene buenos elementos, pero no de primera fila", reconoció.
Fabio Cannavaro defendió a su seleccionador, Marcelo Lippi, que tras la derrota ante Eslovaquia quiso asumir toda la responsabilidad.
"Lippi mostró toda su grandeza en la defensa de equipo. Pero la culpa no es sólo suya. Hay que repartirla", indicó. Y se refirió a los jugadores reclamados por la opinión pública como Antino Cassano o Mario Balotelli.
"Cassano ya ha estado en el equipo y no hemos ganado nada. Balotelli apunta alto, es interesante, pero todavía no ha demostrado mucho.