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Los castigos físicos no son necesarios para formar adecuadamente a los hijos. |
Existe un descalabro absoluto de la familia panameña en las clases humildes, afirmó ayer la doctora y escritora Rosa María Britton, quien consideró que la principal causa del alto nivel de divorcios y hogares desintegrados en Panamá es que en muchos casos los matrimonios se dan a edades muy tempranas.
"Cierto grupo de jóvenes de clase media está conformando familias un poco más estables", dijo Britton. "Pero la desintegración familiar a nivel de nuestras clases populares es tremenda".
La escritora recomendó a los jóvenes panameños que no se casen sino hasta que hayan cumplido los 28 ó 30 años. "Esa es una edad en la que ya tú estás maduro, que has estudiado, que has viajado, que has bailado, que has discotequeado y sientes ganas de asentarte", explicó.
"Pero cuando se casa una chiquilla de 16 años con un muchacho de 19, ¿Qué futuro tiene eso? A los 4 ó 5 años ya están hartos".
Por otro lado, Britton insistió a los padres que mantengan un mejor control sobre sus hijos, argumentando que actualmente muchos adolescentes caen en las drogas y provocan embarazos prematuros por falta de vigilancia.
"La mala educación y la falta de decirle no a los hijos o a las hijas es lo que conduce a todo esto", dijo Britton, haciendo la salvedad de que los castigos físicos no son necesarios para formar adecuadamente a los hijos.
"Pegarles jamás. Yo jamás les pegué a mis hijos, sino que tuve una disciplina desde el primer momento. Y esa disciplina no se improvisa", enfatizó.
Según Rosa María Britton, la principal diferencia entre la familia de principios y mediados de siglo XX con la actual radica en los niveles de tolerancia.
"La familia de antes era más unida, a pesar de que siempre ha habido un machismo que parece ser imperecedero. Las muchachas de ahora no se aguantan las cosas que se aguantaban antes". |