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La niña cubana Sandra Becerra Jova, de 11 años, llegó a Brasil procedente de La Habana para reunirse con sus padres, una pareja de ingenieros residentes en Brasil, que reclamaban a su hija desde hace más de cuatro años.
La niña llegó a Sao Paulo acompañada de su abuela materna. Sus padres Vicente Becerra y Zaída Jova, de 38 años, le esperaban en el aeropuerto junto con su hermano Daniel, de tres años, al que Sandra todavía no conocía, informaron a la AFP fuentes allegadas a la familia. Las autoridades cubanas pusieron en su pasaporte un sello indicando "su salida definitiva" del país, lo cual le impedirá volver a su patria, indicaron las mismas fuentes.
El matrimonio cubano llegó a Brasil en 1996 para realizar un posgrado en ingeniería en la universidad de Campinas, en Sao Paulo. Con el nacimiento de su segundo hijo, Daniel, las autoridades brasileñas concedieron la residencia permanente a toda la familia, incluida Sandra.
Durante más de cuatro años, los padres intentaron en vano traer a su hija a Brasil. El matrimonio, que había visitado por separado a su hija en algunas ocasiones en Santa Clara, a 200 km de La Habana, donde la niña vivía con sus abuelos, decidió hacer público el caso en un último intento de reunir a la familia.
En abril, la cancillería brasileña envió una carta al embajador de Cuba en Brasilia, Jorge Lezcano Pérez manifestando su deseo de que "el caso fuera resuelto de manera favorable cuanto antes". |
