Los primeros rayos del astro rey se asomaban en la 24 de Diciembre, mostrando las siluetas de una familia del sector de Miraflores, bajando a pie. Una señora cargando a su hija más pequeña, acompañaba a sus hijos adolescentes en su ruta al colegio. En tanto, el padre de los chicos se montaba en la parte trasera de una camioneta de acarreo.
La pobre familia descubre que hay un paro de transporte, convocado por 48 horas, en rechazo al nuevo proyecto de modernización que el Gobierno llama "Transmóvil".
Esta fue la imagen de portada de muchos medios de comunicación que destacaban la tragedia del colapsado sistema de transporte, todo por culpa de la inepta actitud de algunos funcionarios del Gobierno de turno, que no saben explicar al público en general, el cómo será la implementación de los nuevos 420 autobuses, o la licitación para permitir la operación de las dos empresas que administrarán las rutas capitalinas.
Y eso es el asunto: el jugoso negociado del transporte en Ciudad de Panamá asciende a más de 700 millones de dólares, algo que casualmente buscan dominar dos conglomerados afines al Gobierno del PRD.
Desde la Presidencia hay un velo de misterio en decir el nombre de esas dos empresas, vinculadas a una importante aerolínea internacional y a una Terminal de transporte en las áreas revertidas. Esto incluso hace que los mismos transportistas, es decir las bases (glutinadas en torno a los conductores y los pavos que suman unos 15,000 trabajadores del volante, lanzarán la reciente huelga de los "Diablos Rojos".
Salen más preguntas: ¿cuánto costará el Transa-Móvil en Panamá? ¿Es cierto que el pasaje en los nuevos buses subirá de 0.25 centavos a un dólar ($1.00) a los seis meses de instalarse en nuevo sistema? ¿A cuánto asciende la indemnización a los dueños de cupos y autobuses en la CANATRA, en su mayoría dirigentes políticos del PRD?
Y la pregunta más importante: conociendo toda la población capitalina, que no existe la infraestructura vial necesaria para el funcionamiento de los 1,500 buses de la flota del Transa-Móvil, es decir, la colocación de carriles especiales por Calle 50, Vía España, la Tumba Muerto, Vía Tocumen y Transístmica, ¿Cómo funcionará este malogrado proyecto, si no hay espacio para los nuevos vehículos?
Lo otro es ver la actitud de los candidatos del PRD, Balbina Herrera y Juan Carlos Navarro, que ni dijeron "pío", cuando se dio el paro del transporte. Su silencio cómplice les costará votos en las próximas elecciones del 2009, pues son más de lo mismo, en un gobierno que no se atrevió a colocar lo que la población ciudadana exigía desde 1999: un real y moderno sistema de transporte.
El pueblo panameño debe evaluar lo que acaba de ocurrir al finalizar el paro de los buseros. Este "Transa-Móvil" será un fracaso y una pérdida de dinero para los inversionistas que lo respalden: como dicen por allí, "lo que empieza mal, termina mal".