Nigeria necesita imperiosamente vencer hoy a Corea del Sur para tener alguna esperanza de sobrevivir en el Mundial, pero tendrá enfrente a un equipo herido, goleado por Argentina, que también precisa de la victoria para asegurarse un puesto entre los 16 mejores.
Sin un solo punto en dos partidos, las Súper Águilas nigerianas pueden verse precisadas a rebajar su rango si no consiguen doblegar a los asiáticos, que presentan un balance favorable de dos triunfos y un empate, en sus tres últimas confrontaciones con el equipo del sueco Lars Lagerback.
La trayectoria reciente de Nigeria no induce al optimismo. Ha encadenado seis derrotas y un empate en sus siete últimos encuentros y ya casi no recuerda su última victoria en un Mundial, el 19 de junio de 1998 contra Bulgaria.
El capitán, Joseph Yobo, no rebosa de optimismo: "parece que incluso con una victoria (contra Corea), estamos prácticamente eliminados". Sin embargo, un triunfo, unido a otro de Argentina sobre Grecia, dejaría a tres equipos empatados a tres puntos y el desenlace sería por diferencia de goles.
"Necesitamos que Argentina nos eche una mano", solicitaba Lagerback, que en sus dos Mundiales anteriores siempre ha clasificado a su equipo, en ambos casos a Suecia.
Para elevar la moral de los jugadores, la Federación Nigeriana les ha prometido una prima de 30.000 dólares a cada uno si se clasifican. El premio por partido ganado es de 10.000 dólares, pero la cuenta bancaria de los nigerianos no se ha movido todavía.
La única baja nigeriana para este encuentro es Sani Kaita, cuya expulsión en el partido contra Argentina le ha hecho objeto de severas críticas. Más de mil amenazas de muerte ha recibido por correo electrónico, según la delegación nigeriana.