Los hijos del acordeón

Diamar E. Díaz N.
Provincias / EPASA
Proverbios
Cap.4.1 nos dice: "Oid hijos la doctrina de un padre y estad
atentos para que conozcáis cordura". Este mandato
bíblico es un consejo que muchos han seguido a través
de los años, poniéndolo en práctica en las
diferentes facetas de su vida; y precisamente éste es
el caso de muchos de nuestros músicos vernaculares, quienes
han emulado la trayectoria artística de sus progenitores,
rindiéndoles de esta manera un homenaje.
En cuanto a artistas de música típica popular,
y en el caso particular de los ejecutantes del acordeón,
se aplica el refrán "de tal palo, tal astilla"
al observar cómo en los grandes escenarios se desenvuelven
hoy Víctor Bernal, Juancín Henríquez, Cristian
Nieto, Javier Polanco y Samy Sandoval, como lo hicieron con
anterioridad sus padres.
En declaraciones hechas a Crítica hace algunos años,
Víctor comentaba que heredó la habilidad de tocar
el acordeón, del autor de sus días Amadís
Bernal. Al principio sólo acompañaba a su padre,
conocido por sus seguidores como el "El Rejo Santeño",
quien era director del conjunto, cuando Amadís decidió
que él ya estaba preparado para triunfar.
Víctor Bernal, el "hijo de la Cumbia"
como todos llaman, desde temprana edad comenzó a cosechar
galardones. A los 12 años ganó el concurso "Gelo"
Córdoba, para acordeonistas, en el Festival de la Mejorana
de Guararé; cuando cumplió 14 el "José
Vergara"; y a los 15, el concurso de acordeones en conmemoración
del aniversario de Panamá La Vieja.
En la provincia de Herrera, emerge de una familia de grandes
músicos típicos populares, Cristian Nieto. Cristian
nace en Chitré el 5 de febrero de 1971, desde pequeño
sintió el amor por la música y el béisbol,
siendo esto herencia de su padre el "Titán de las
Américas" Este joven artista, Ceferino Nieto, pudo
contar desde niño con la ayuda de su tío Chalino
Nieto, dueño del famoso éxito María José,
quien le trasmitió muchos de sus conocimientos.
Otro Nieto que también está descollando en el
ambiente musical es Ceferino "Kako" Nieto, que actualmente
es sonidista de la agrupación de Samy Sandoval. Kako es
poseedor de un gran oído musical, ejecutando excelentemente
el sintetizador, el bajo, la guitarra y por supuesto el acordeón,
con el cual hizo su primera grabación en el disco compacto
de la Dinastía Nieto. Cabe destacar que toda esta familia
heredó su talento del tronco familiar, Juan José
Nieto, padre de todos ellos, quien falleció hace más
de un año.
Un caso parecido vive la familia Henríquez de La
Villa de Los Santos, Juancín aprende a tenerle amor a
las teclas con la guía de su padre Cesar Henríquez
y de su madre Margarita Garrido, heredó el cariño
por el canto.
Juancín Henríquez al igual que sus colegas,
desde muy temprano comenzó a incursionar en los escenarios
haciéndose acreedor de premios de gran valía, como
el "José Vergara" y el "Príncipe
del Acordeón" con el primer y segundo lugar respectivamente.
Otro músico de quien su hijo ha seguido sus pasos
artísticos, es Luis Sandoval, siendo su hijo uno de los
principales innovadores de la música típica popular,
Samy Sandoval. Don Luis incentivó a sus hijos a la práctica
de este arte cuando eran todavía unos adolescentes y sus
consejos no fueron en vano, ya que actualmente se encuentran
en la cima. Luis Sandoval actualmente ayuda con la administración
del conjunto de sus hijos Samy y Sandra.
Javier líder y director del grupo los "Pescuezipelaos"
escuchó en su natal La Villa, los acordes de este instrumento
en su progenitor Javier Polanco del que además del nombre,
heredó el arte. Polanco como todos lo conocen, actualmente
brilla con su grupo juvenil en las discotecas donde se aprecia
este híbrido musical, que muchos no han podido definir.
A estos padres en su día le deseamos muchas felicidades,
ya que han sabido llevar a sus retoños por los caminos
del bien, exhortándolos a que sigan como ellos, alegrando
con sus melodías la vida de todos los panameños.
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A estos padres
en su día le deseamos muchas felicidades, ya que han sabido
llevar a sus retoños por los caminos del bien, exhortándolos
a que sigan como ellos, alegrando con sus melodías la
vida de todos los panameños.
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