ABRACADABRA
"Doña
Justiniana y la corrupción"
"Las
casas revertidas se han repartido no sólo a las queridas,
si no también a los mandaderos y amigazos"

Carlos Guevara
Mann
Colaborador
Doña
Justiniana Pito y Paila no necesita guardar periódicos
viejos, como el compadre Frutos del Campo, porque tiene una memoria
fotográfica. Hasta los mínimos sucesos políticos
los recuerda con claridad y en los últimos días
ha puesto su memoria a trabajar para analizar las denuncias de
corrupción que han menoscabado, aún más,
la ya desprestigiada imagen del gobierno saliente.
"Por todas partes se destapan cloacas que nos hablan
de una indignante fetidez", escribió, en su columna
de El Siglo, Juan B. Gómez (12 de junio de 1999). Eso
mismo opina doña Justiniana, al meditar en torno a las
graves irregularidades de que día a día nos enteramos.
"Lo del PARVIS no es nuevo", piensa doña
Justiniana, pues recuerda que, a mediados del año pasado,
el legislador del PRD, Alberto Antonío, se atrevió
a denunciar que los subsidios habitacionales no se usaban para
beneficiar a las clases más necesitadas, sino para favorecer
a ciertos legisladores y funcionarios del actual gobierno. Eso
leyó la Pito y Paila en El Panamá América,
el 12 de junio de 1998.
Posteriormente, durante la última campaña electoral,
otro legislador del PRD, Enrique Riley Puga, se quejó
de que activistas del PRD en Veraguas entregaban materiales del
PARVIS a cambio del compromiso de votar por Pedro Miguel González,
hoy legislador electo (según el Tribunal Electoral). De
esto se enteró la señora Justiniana el pasado 18
de abril, porque lo vio en El Panamá América.
El grueso del tamal, sin embargo, se divulgó después
del 2 de mayo, como para no perjudicar al PRD en las elecciones.
Luego de que el 21 de mayo el ministro de Vivienda, Roosevelt
Thayer, presentó una denuncia criminal por malos manejos
en el PARVIS, la multitud de irregularidades de que hemos tenido
conocimiento han anonadado a Justiniana Pito y Paila.
"En los últimos cinco años se ha practicado
nepotismo, protección por 'parentesco' de funcionarios
que cometen ilícitos, construcciones de viviendas, anexos,
clínicas y hasta piscinas privadas con 'recursos' del
Ministerio de Vivienda", leyó la Pito y Paila en
El Panamá América, el 26 de mayo.
"Pero la cosa no se circunscribe al MIVI", reflexiona
doña Justiniana. "A partir de 1994, las partidas
circuitales, que se inventaron durante la dictadura militar,
se han manejado sin fiscalización alguna por la Contraloría."
Gracias a ellas y al PARVIS se han reelegido 20 legisladores
del PRD y Solidaridad. "Sabrá Dios qué otras
bellezas se esconderán detrás de los más
de 175 millones que durante este gobierno se han gastado en las
benditas partidas circuitales", leyó la señora
Pito en un artículo que La Prensa le publicó a
Guillermo Cochez, el 12 de junio de 1999.
En el manejo de la partida secreta de la Presidencia también
se dice que han faltado controles. "Son 30 millones en 5
años", recuerda doña Justiniana.
Las casas revertidas se han repartido no sólo a las
queridas, sino también a los mandaderos y amigazos. Para
favorecerlos, la aplanadora perredista en la Asamblea acaba de
aprobar una ley que les reconoce el primer derecho de compra
a los compinches. De eso se enteró la Pito y Paila en
La Prensa del 16 de junio.
Se habla de un peculado millonario en la DIMA. El Ministerio
de Gobierno recibe una donación sustancial de España
y las Naciones Unidas, para mejorar la administración
penitenciaria, pero en la Dirección de Corrección
no hay una sola computadora para revisar los expedientes de los
reclusos.
Acerca de todo esto y más reflexiona doña Justiniana
Pito y Paila. Al final de sus meditaciones, le queda la extraña
sensación de que la gestión de la cúpula
perredista puede resumirse en una sola palabra: corrupción.
|